J. Y.
Ciudad Real
La siniestralidad laboral en la provincia no tuvo un buen año en 2014, a tenor de los repuntes de víctimas de accidentes en todos los grados de afectación: leves, graves y con resultado de muerte.
Precisamente, los más dramáticos que acabaron con la vida de trabajadores representaron importantes alzas, con un 400% más de víctimas cuando el fallecido se encontraba realizando alguna actividad relacionada con su puesto fuera de su lugar de trabajo.
En general el índice medio de siniestralidad laboral en la provincia subió un 1,8%, ya que del total de los 4.332 accidentes contabilizados en 2013, se incrementaron a los 4.411 el año pasado, lo que confirma “que hay menos medidas preventivas porque las empresas no destinan dinero a la prevención”, señaló a Lanza Teresa García Espadas, del servicio de Prevención de Riesgos Laborales en UGT de Ciudad Real.
Precisamente, representantes de este sindicato y de CCOO a nivel regional denunciaron la alta tasa de siniestralidad laboral en Castilla-La Mancha por “el aumento del empleo precario y de las condiciones de trabajo no adecuadas propiciados por la reforma laboral”.
Por este factor o por otros, lo cierto es que entre enero y diciembre de 2014 hubo 4.411 accidentes, 4.179 en jornada -4.090 leves (un 2,6% más), 44 (un 69,2% más) graves y cinco mortales (un 44,4% menos)-, y 232 in itinere, 220 leves (un 16,1% menos); siete graves, y cinco mortales, un 400% más (sólo hubo un en 2013).
Por tipo de gravedad, los leves crecieron un 1,3% (con 4.350 respecto a los 4.296), los graves se incrementaron un 96,2% más, con 51 casos, y en el caso de los mortales se cerró con la misma cifra, 10 en total en cada ejercicio (el pasado cinco murieron en su puesto de trabajo y otros cinco in itinere).
García resaltó también la subida en la provincia en un 3,2% del índice de incidencia (relación de los siniestros con la población activa en la Seguridad Social con 120.120 inscritos, 303 menos) en siniestralidad laboral.
Con la salud
José Manuel Muñoz, secretario provincial de CCOO, también fue crítico al interpretar estos datos, que, a su juicio, son consecuencia “de los niveles de precariedad que estamos pagando los trabajadores con la salud, incluso con la vida”.
Tras denunciar la falta de inversión en prevención, Muñoz destacó “los 10 fallecidos de 2014, aparte dos casos de trabajadores siniestrados fuera de la provincia”.
“A pesar de reducirse el número de accidentes in itinere se han producido cinco accidentes mortales y 7 graves, luego dada la gravedad de los mismos debería realizarse una mayor actuación de todos los organismos para prevenirlos y evitarlos”.
Advirtió de que el viernes fue el día con más accidentes mortales in itinere, entre 18 a 22 horas, mientras que 928 se produjeron los lunes, seguidos de los 786 de los martes.
Cuatro muertos en 2015
En lo que llevamos de 2015, Ciudad Real vuelve a situarse como provincia con alta tasa de accidentabilidad laboral con resultados de muerte.
Hasta este miércoles se registraron cuatro muertos, dos trabajadores de la Construcción que perdieron la vida al caer desde la cesta de una grúa cuando estaban desmontando una techumbre de una fábrica en Almagro el 8 de enero, el joven trabajador de 22 años que el pasado día 20 falleció en Llanos del Caudillo al desmoronarse cuando acababa de descargar un camión y otro joven tomellosero de 23 años que este jueves murió al electrocutarse en una fábrica de pintura en La Roda (Albacete).
Pasar graves como leves
De su lado, la secretaria regional de Salud Laboral de CCOO, Raquel Payo, y su homóloga en UGT, Higinia García, aseguraron en Toledo que es “evidente” que “hay un interés claro empresarial” de calificar los accidentes laborales como leves “para que no sean investigados en sus centros de trabajo”, de ahí que, según han asegurado, que el número de accidentes leves en Castilla-La Mancha sea “altísimo” frente a los graves, algo que “no ocurre en otras regiones”. Explicaron que la calificación de los accidentes se revela en el parte de accidentes que rellena el empresario y sólo son los graves y mortales los que investiga la Inspección de Trabajo. Como ejemplo, han apuntado que hay empresarios que en casos de pérdida de una o varias falanges de los trabajadores está siendo calificado como leve.