El verano que se avecina será más cálido de lo normal en Ciudad Real y Castilla-La Mancha, pero no tan caluroso como 2017 (el año más cálido de la historia en España desde que hay registros, junto con 2015 y 2016).
La anomalía térmica que se espera en la comunidad autónoma es de “medio grado”, puede que más en alguna zona de Toledo o Ciudad Real, recalca Paloma Castro, delegada de la Agencia Estatal de Meteorología en Castilla-La Mancha, que este viernes ha hecho balance de una primavera 2019 en Ciudad más cálida de normal y seca.
Calor “de verdad” desde este sábado
El calor “de verdad” empezará a notarse en Ciudad Real este fin de semana, con mínimas y máximas altas, que el martes podrían dar lugar a la primera ola de calor de la temporada, con noches tropicales (por encima de 21º) y máximas superiores a 35º.
Las lluvias, escasas en verano, serán “las normales”, es decir 36 litros en total en la provincia entre los meses de junio, julio y agosto, lo que significa que habrá tormentas estivales.
Hacía la sequía hídrica
Lo que no pinta bien son las reservas de agua embalsada, peor que el verano pasado por estas fechas, aunque mejor que en 2017. A 10 de junio los embalses de Ciudad Real almacenan 257 hectómetros cúbicos, están al 50,34% (algo más bajos en la cuenca del Guadiana), mientras que el año pasado en esa fecha la cifra era 337 hectómetros cúbicos, el 66% de capacidad (la media de los últimos diez años sitúa lo normal en el 74,5%), “si esto no cambia Ciudad Real se encamina a la sequía”, subraya Castro.
El marzo más seco del siglo
La primavera 2019 ha sido un grado más cálida de lo normal en Ciudad Real, con 15,1 grados de temperatura media (algo más frías en los Montes de Toledo y el sureste, entre 12 y 14), con el mes de marzo más seco del siglo, aunque abril lo compensó con lluvias muy abundantes.
En Ciudad Real capital se recogieron en toda la estación 96 litros, 21 memos de lo que se considera normal (117).