Estados Unidos
Estados Unidos es uno de los países del mundo que más se ha visto golpeado por la crisis sanitaria provocada por el coronavirus. Según informa la cadena de noticias CNN, Estados Unidos tiene actualmente más de 7,1 millones de infecciones reportadas por la Covid-19 y 205.085 muertes, lo que supone prácticamente el 20% del total mundial (el número de fallecimientos ha superado recientemente el millón de decesos).
Lanzadigital se ha puesto en contacto con Andrew Mejía, un estadounidense que vive en Sedona, una localidad rural ubicada en la región norte del valle Verde, dentro del estado de Arizona. Andrew habla perfectamente castellano, ya que desde muy joven se interesó por la lengua española. También paso parte de su vida en España, concretamente en Madrid capital y en la bella localidad manchega de Villanueva de los Infantes.
Tal y como sucedía en España hace unos años, Estados Unidos es un país que políticamente está dividido en dos bandos, los republicanos y los demócratas. Y el hecho de ser más afín a un partido que a otro también suele influir a la hora de afrontar la Covid-19.
Es precisamente esa fragmentación política la que provoca que cambie la perspectiva sobre la pandemia entre republicanos y demócratas. En este sentido Andrew indica que en Estados Unidos “hay gente que piensa que la Covid-19 es algo peligroso y que merece guardar la cuarentena y todas las medidas establecidas, y que generalmente suelen ser demócratas, mientras que otras personas piensan que la Covid no es tan peligrosa como piensan muchos, por lo que no consideran necesario guardar la cuarentena, que suelen ser los de tendencia republicana”.
En este sentido Mejía aclara que los demócratas “están muy a favor de llevar puesta la mascarilla en cualquier sitio, e incluso regañan a las personas que no la llevan puesta, mientras que los republicanos son partidarios de no ponerse la mascarilla en ningún lugar, ya que muchos piensan que el virus es un truco para quitarles sus derechos”.
En esta línea Andrew explica que tanto él como su familia “nos encontramos en medio de estas dos posturas y pensamos que el hecho de ponerse la mascarilla en público es una norma de cortesía. Y es que consideramos que, si al final la mascarilla no nos va a proteger del virus, confiamos en que al menos sirva para que nosotros no contagiemos a otras personas si es que en algún momento nos infectamos. Evidentemente, cada día se aprenden cosas nuevas sobre el coronavirus, por lo que nuestro ‘modus operandi’ es el de ir con cautela”.
Andrew es una persona optimista por naturaleza. Por este motivo entiende que de todos los aspectos negativos que tiene el coronavirus siempre se puede sacar alguna lectura positiva. “Creo que el virus ha fomentado que apreciemos más las cosas que antes no solíamos apreciar. Por ejemplo, los niños ahora reciben la educación escolar desde casa y nosotros, sus padres, también trabajamos desde casa. Esta situación nos permite que podamos pasar más tiempo con nuestros hijos e incluso que podamos trabajar más con ellos para repasar sus deberes y sus tareas académicas. No creo que la escuela pública pueda socializar a mis hijos mejor de lo que lo podemos hacer sus padres, por lo que, para nosotros es una buena oportunidad para impartir lecciones de vida y para crecer personalmente con ellos”.
Para Andrew la situación provocada por la Covid-19 también le ha permitido estudiar nuevas materias que quiere “emplear en mi carrera profesional, buscando certificados que mejoren mis posibilidades para un empleo remoto. Nosotros vivimos en una zona bastante rural, por lo que conseguir nuevas habilidades es muy importante para este nuevo paradigma de vida que se nos plantea”.
Medidas sanitarias
En cuanto a las medidas sanitarias que tienen que adoptar los ciudadanos de Arizona con motivo de la pandemia, Mejía recuerda que Estados Unidos se encuentra dividido en estados. Y cada estado “es como un pequeño país, pero con un mando federal. Por este motivo, cada estado tiene sus propias medidas basadas en los criterios y las normas que dicte el Gobierno Federal. En algunos estados, como por ejemplo en el mío, Arizona, prefieren el mando local sobre el mando federal. Otros estados, por su parte, prefieren tener un mando federal”.
Precisamente en Arizona, “el gobernador sigue, más o menos las recomendaciones del CDC (Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades), lo que viene siendo una entidad federal. Sin embargo, la aplicación de estas medidas a veces se deja de forma voluntaria. El gobierno local, realmente, no se esfuerza en que las personas se pongan la mascarilla ni en que mantengan la distancia social, a pesar de que el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades sí recomienda estas medidas. A pesar de ello, hay negocios, como pueden ser bares, peluquerías y cines, donde el Gobierno se ha esforzado en cerrarlos con motivo de la Covid-19, circunstancia que ha provocado el cierre de muchos negocios. Todavía existe una litigación pendiente sobre si el Gobierno estatal tiene derecho a cerrar estos negocios”.
Cambio de vida
Respecto al cambio de vida que les ha podido provocar la pandemia en el día a día, Mejía señala que “para nosotros es una oportunidad de mejorarnos, de pasar más tiempo juntos, de crear, y como digo mucho, de hacer limonada con los limones que esta situación nos ha repartido. Evidentemente lo que no nos gusta es que la Covid-19 ha afectado a un gran número de personas. Y eso nos produce una gran tristeza, porque cada vez vemos a más gente sufriendo por el virus” a lo que añade que “nuestro negocio también sufrió mucho por esta situación al principio. Por ello tuve que reinventarme y perseguir una carrera en informática que, por suerte, era la carrera que hacía antes de ser fotógrafo. ¡Qué bendición disponer del tiempo suficiente para poder estudiarla de nuevo y hacerme relevante de cara al mercado actual!”.
Preguntado por el hecho de si los estadounidenses cumplen, en términos generales, con las medidas establecidas por la Covid, Andrew afirma categóricamente que “en su mayoría los ciudadanos sí cumplen con las medidas establecidas por el CDC, pero hay grupos de personas, como algunos jóvenes y otra gente no tan joven que no toman en serio el virus. Pero sinceramente pienso que son casos aislados, aunque con la actual situación esos casos aislados puedan afectar a la totalidad de las personas”.
La situación que se vive en España con motivo del coronavirus también interesa al otro lado del charco. Y es que, en Estados Unidos, tal y como informa Andrew Mejía, los medios de comunicación americanos “se hacen eco unas cuantas veces a la semana de la situación que se vive en Europa como consecuencia de la pandemia”. En concreto, “cuando los medios de comunicación se refieren a Europa, siempre hablan de Alemania, Francia y de España. Últimamente durante las últimas semanas se está hablando mucho más de España porque parece ser que el número de casos está subiendo mucho”.
Francia
Paco Laguna, natural de Ciudad Real, lleva casi tres años en Francia. Actualmente vive en Alfortville, una ciudad muy cercana a París y trabaja como guía turístico en la capital gala. Gracias a su experiencia diaria nos cuenta como la pandemia en Francia “se vive con gran preocupación”, pues “los franceses tienen miedo a el virus y a una caída de la economía”. En este sentido añade que tanto él como su pareja Lourdes, al vivir en una ciudad dormitorio a París “tenemos la sensación de sentirnos más protegidos, al estar más aislados y vivir alejados de una gran población”.
Respecto a las medidas implantadas en Francia en relación con la Covid-19, Laguna explica que “son similares” a las que hay en España, ya que “tenemos que usar las mascarillas tanto en la calle como en los medios de transporte y en los espacios cerrados”. Asimismo, “también debemos mantener la distancia de seguridad y usar gel hidroalcohólico”, primando, sobre todo, “la sensatez y la lógica”. Y es que en Francia “el Estado cree mucho en la propia responsabilidad del ciudadano antes que en la obligación y la imposición”.
La llegada de la Covid-19 también ha cambiado mucho la vida de Paco. “Por poner un ejemplo, ha provocado que no pueda realizar mi trabajo ya que desempeño mi labor dentro del sector turístico, que ha sido uno de los más perjudicados por la pandemia. El coronavirus también te cambia el hecho de socializar, pues cuando paseas por la calle y ves a personas sin mascarilla te crea un cierto rechazo. Asimismo, si vas a comer a un restaurante y ves que entre mesa y mesa no hay grandes distancias tampoco te da seguridad. Lo mismo sucede cuando no quieres quedar con tus amigos por miedo a contagiarte de la Covid. Todo ello va haciendo que nos volvamos más huraños y ermitaños, pues sólo nos sentimos seguros en nuestra casa”.
Medios de comunicación franceses
En opinión de Paco, los medios de comunicación franceses no tienen muy buena opinión respecto a cómo ha gestionado el Gobierno francés la crisis del coronavirus. “Francia tardó mucho en tomar medidas. Todavía resuena mucho el famoso domingo de las elecciones municipales, cuando ya había muchos casos y, aun así, no se pospusieron medidas. Asimismo, la pandemia llegó en un momento en el que la popularidad del Gobierno de Macron venía estaba cayendo y tenía bastantes frentes abiertos, entre ellos la huelga de transporte más larga de la historia en París”.
En Francia también siguen muy de cerca lo que sucede en España con motivo del coronavirus. De hecho, los medios de comunicación franceses “tienen a España como un termómetro muy importante para medir cómo está la situación. Y es que España se ha puesto de ejemplo en Francia tanto durante los meses de confinamiento (cuando se miraba ese confinamiento más estricto y su aceptación por parte de la gente) como cuando los franceses exigían más test y ponían de ejemplo a España, que sí hacía más test a la población. Pero, en contrapartida, España también ha sido vista con cierto recelo en los meses de julio y agosto cuando los casos fueron creciendo. Y este hecho hizo que el propio Gobierno francés recomendase a la población que no fuese de vacaciones a España”.
Inglaterra
Londres ha sido una de las ciudades europeas que más está sufriendo la crisis generada por la Covid-19, hasta el punto de que “a día de hoy parece una ciudad fantasma”, según explica a este digital la onubense Covadonga Montes, que lleva veinte años viviendo en la capital británica.
Covadonga trabaja en la industria ferroviaria, en Eurostar, y comenta que en la actualidad únicamente funcionan tres trenes al día cuando normalmente a diario suelen hacerlo 26 trenes. Y estaciones como King’s Cross y St Pancras International que habitualmente son un hervidero de gente, sobre todo durante la hora punta, ahora mismo presentan una imagen fantasmagórica, casi desértica.
Montes explica que ahora mismo “la gente en Londres no viaja por el tema de las cuarentenas y porque el primer ministro, Boris Johnson, ha recomendado que aquellas personas que puedan, trabajen desde casa, por lo que las oficinas han vuelto a cerrar y ya no se ve tanto movimiento”.
A pesar de todo Covadonga indica que en la capital del Reino Unido ahora mismo “la situación está sobre control” a lo que añade que “aunque hay más infecciones y más casos, la gravedad ya no es tanta como hace unos meses y hay menos gente hospitalizada”.
Situación sanitaria
En este sentido aclara que “las visitas a los médicos todavía se encuentran limitadas, aunque el médico de cabecera sí que ve a los pacientes en los casos necesarios. También se recomienda que las mujeres acudan a hacerse citologías y ecografías para prevenir el cáncer de mama, así como durante el embarazo”. Por otra parte, explica que los pacientes que más se están viendo afectados por la Covid-19 son los que tienen algún tipo de cáncer, de hecho “tengo amigos cercanos que están sufriendo porque los tratamientos de quimioterapia se han reducido debido al alto riesgo de contagio que presentan estos pacientes cuando acuden al hospital”.
En cuanto a las medidas sanitarias adoptadas, Montes señala que “las personas vulnerables tienen prioridad y se les da mucha más ayuda”. Por ejemplo, “cualquier persona mayor de 60 años o gente con enfermedades como asma, diabetes o problemas respiratorios serios están más protegidos”.
La vida sedentaria y el sobrepeso también son factores de riesgo para los pacientes que se contagien de Covid. Por este motivo, el gobierno británico también ha lanzado una campaña para que la gente adelgace y coma sano, consistiendo en “tomar más vitaminas, verduras y fruta fresca, así como en realizar ejercicio físico a diario”. Otro aspecto significativo, según indica Covadonga es que “se están prohibiendo los anuncios de comida basura en la televisión antes de las 10 de la noche y existe una gran presión en Sanidad para que la gente pierda peso porque se comprueba que la gente con sobrepeso sufre más el Covid-19 y se asfixian más. Y es que, en general, el porcentaje de supervivencia es más bajo si una persona está obesa”.
Una ciudad fantasma
La vida diaria en Inglaterra también ha cambiado a partir de la pandemia. “La ciudad de Londres es una ciudad fantasma. Ahora únicamente salimos a trabajar las personas que tenemos trabajos claves y que están relacionados con el transporte, la medicina, la limpieza, la comida, los supermercados y las necesidades básicas. Pero no hay vida social. Hay mucha depresión y gente con problemas mentales. Asimismo, financieramente hablando, muchos negocios se han venido abajo y nos encontramos en recesión. Hay muchos trabajadores que han sido despedidos. En concreto, recientemente han cerrado todos los Cinemaworld y 45.000 empleados se han ido a la calle”.
Montes añade que “ahora mismo no hay festividades. Y tampoco habrá Navidad, ni fuegos artificiales, ni música en directo, ni teatro, ni ningún contacto físico. Las familias no se pueden reunir en grupos de más de 6 personas y no puedes invitar a dormir a tu casa a la gente si se sobrepasa este número. En general solo se sale para ir al colegio y poco más. Nada de entretenimiento o contacto social. Se ha creado más distanciamiento y se está perdiendo el contacto humano. La gente se siente sola y triste. Y tampoco se puede ir de vacaciones porque el gobierno inglés tiene a muchos países en una lista para guardar la cuarentena. Por este motivo, las empresas están empezando a rechazar vacaciones si se viaja al extranjero”.
Por otra parte, Covadonga dice que hay ciudadanos ingleses que sí cumplen con las medidas establecidas por la Covid-19 y “se lo toman en serio” mientras que otros no las cumplen. “Pero la razón de que algunas personas no sigan las reglas es porque el Gobierno inglés da ‘consejos’ a seguir a los ciudadanos, no les obliga. Y aunque dicen que ponen multas no se fuerza a los ciudadanos. Por este motivo, mucha gente solo se pone la mascarilla en las tiendas y cuando cogen el transporte público. Pero si uno tiene dificultades o presenta una discapacidad que no se ve, no te pueden obligar a llevar puesta la mascarilla porque a veces hay gente con problemas mentales o con enfermedades que no se ven y esas personas están exentas de llevar la mascarilla. Y no se les pide una prueba médica. Pero también hay políticos que son los primeros en saltarse las reglas y no se les castiga”.
Chile
El chileno Fernando Aguilar, natural de Santiago de Chile, explica que la crisis sanitaria provocada por la Covid-19 se vive en su país “con una sensación de incertidumbre permanente”, pues “el coronavirus llegó en otoño, alcanzado su pico más alto en pleno invierno (Chile está situado en el hemisferio sur, por lo que las estaciones del año varían respecto al hemisferio norte). Nuestro país se divide en regiones, en las cuales, a medida que aumentaron los contagios, fue más difícil lograr la trazabilidad. En ese momento comenzaron las cuarentenas y las medidas para fomentar el trabajo a distancia”.
Respecto a la situación que atraviesa la ciudad en la que vive, Iquique, situada en el norte grande de Chile, Fernando aclara que actualmente están en una fase 2 de 5, denominada como de transición. “En la fase en la que nos encontramos el desplazamiento está permitido salvo cuando llega el horario de toque de queda. Tenemos cuarentena los sábados, los domingos y los días festivos y se autorizan actividades sociales y recreativas con un máximo de 10 personas en espacios cerrados y de 20 personas al aire libre (antes de la modificación eran 5 y 10 personas, respectivamente). El uso de mascarilla es obligatorio. Asimismo, las tiendas y servicios deben adoptar medidas de distancia social, número máximo de personas al interior, control de temperatura, etc”.
Para este veterinario la llegada del coronavirus le ha provocado “principalmente incertidumbre, miedo a los rebrotes y miedo a que te contagies por el virus o a que lo haga un ser querido”. Pero la Covid-19 también ha traído consigo una sensación de “hastío y de mucho estrés”.
Cumplimiento de las normas
Aguilar comenta que los ciudadanos chilenos sí cumplen, en términos generales, con las medidas establecidas por la Covid-19, en especial en lo que se refiere al “uso de la mascarilla y en las medidas de autocuidado”. En cualquier caso, aclara que “cuando se ha pasado de estar en un periodo de cuarentena a la fase 2 o a otras fases más avanzadas, se han generado una alta congestión de personas en los centros comerciales, no respetándose la distancia de seguridad”.
En cuanto a la opinión que tienen los medios de comunicación chilenos sobre cómo está gestionando la pandemia el Gobierno de la nación, Fernando explica que “en general se limitan a informar de los hechos que suceden en el momento, sin opinar sobre la gestión que está llevando a cabo el Gobierno”.
Por último, Fernando Aguilar señala que allá por el mes de marzo, los medios de comunicación chilenos informaban diariamente de cómo estaba afectando el coronavirus en España, “dando énfasis a la crisis de los centros hospitalarios y a la gran cantidad de personas que había contagiadas” mientras que posteriormente “se ha informado sobre las etapas de desconfinamiento y del potente aumento en los casos”.
