Mucha “incertidumbre” es la que manifiesta Ana Puebla ante la reapertura de su boutique, al señalar que “no conocemos cuál va a ser la reacción de los clientes”. A pesar de ello, se muestra “esperanzada y con muchas ganas e ilusión”.
Implantada en el Pasaje Dulcinea del Toboso de Ciudad Real, la Boutique Ana Puebla ha decidido retomar su actividad mediante cita previa (vía whatsapp, teléfono móvil o Instagram) simpre y cuando el cliente decida pasarse por la tienda. También se ofrece el servicio de venta a domicilio para llevar encargos.
A la hora de la reapertura Puebla no ha dudado en establecer en su negocio todos los elementos de seguridad necesarios (guantes, gel hidroalcohólico, líneas de seguridad para mantener la distancia entre cliente y cliente,…). También ha decidido inutilizar los probadores contiguos e inhabilitar el servicio que normalmente utilizan los clientes. La ropa que se prueben y que finalmente no sea comprada deberá pasar por la plancha de vapor a alta temperatura y, en ciertos casos, ser puesta en cuarentena.
Cámera Boutique
Encarna Gullón, propietaria de Cámera Boutique (calle Morería/Ciudad Real) no oculta su decepción por la situación que atraviesan muchos comercios de Ciudad Real. A pesar de ello, y aunque reconoce que se avecinan “tiempos duros”, sabe que tenía que abrir su negocio. “Era eso o quedarme en mi casa. Y, sinceramente, prefiero tener un cliente a no tenerlo”. Y así lo ha hecho. Desde el pasado lunes ya atiende bajo cita previa. Y extremando las medidas de seguridad.
Cámera Boutique proporciona tanto guantes como líquido hidrogel a sus clientes. También utiliza vapor y un espray especial para tejidos con el que desinfectar las prendas probadas que no son adquiridas. Posteriormente, esa ropa pasa al almacén para permanecer en cuarentena. Pero las medidas de seguridad no terminan ahí, ya que cuando una persona ha terminado de probarse la ropa también se procede a desinfectar los probadores.
Bocao Homme
Otra de las tiendas textiles que tenía todo preparado para la reapertura es Bocao Homme (Avenida del Rey Santo/ Ciudad Real). Este comercio ha vuelto a retomar su actividad, aunque debido a que la provincia de Ciudad Real no ha conseguido pasar de fase, se ha visto en la obligación de atender a sus clientes bajo cita previa. “Es una situación difícil”, indica su propietario, Joaquín Ruiz, pues “nos encontramos ante la disyuntiva de no saber cómo va a evolucionar nuestro negocio”.
En cualquier caso, desde Bocao Homme se han adoptado todas las medidas de seguridad necesarias. Así, los clientes que hayan concertado una cita previa tienen que guardar la distancia de seguridad cuando estén dentro de la tienda y deben de ir provistos de guantes y mascarilla.
Ruiz explica que casi toda la ropa que venden está plastificada. “Se trata de un sistema muy útil cuando el cliente tiene claro la talla de ropa que desea comprar, pues, en ese caso, se le da esa prenda sin más. Pero si esa talla no le estuviese bien, o si decidiese probarse la ropa, una vez que nos la devuelve procedemos a desinfectarla con una plancha de vapor para dejarla luego en cuarentena 48 horas”.
Pies de Gallina
En Pies de Gallina han establecido un estricto protocolo de seguridad para la reapertura del la actividad. Mireya Gómez, propietaria de esta tienda de ropa, situada en la ciudadrealeña calle de General Rey, se muestra esperanzada, aunque reconoce que son momentos muy duros, pues “nuestro negocio ha estado dos meses cerrado y durante este periodo no hemos recibido ingreso alguno”.
Los clientes que acudan a Pies de Gallina deberán haber solicitado anteriormente una cita previa, ya sea por teléfono, mensaje o a través de redes sociales. Dentro de la tienda únicamente podrá permanecer una persona que deberá de ir provista de una mascarilla y haberse desinfectado las manos previamente con gel hidroalcohólico.
Todas las prendas que se prueben en Pies de Gallina tendrán que salir del probador de la mano del cliente quien las entregará posteriormente al dependiente para su preparación, en el caso de que finalmente decida comprarla, o para que sea desinfectada con vapor y dejada en cuarentena durante 32 horas si no se adquiere el producto.