El año hidrológico que acaba de culminar en Ciudad Real (del 1 de octubre de 2018 hasta este 30 de septiembre) ha sido adverso a efectos de pluviometría, por la escasez de lluvias registradas frente a la media anual.
De hecho, según el presidente de la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG), Samuel Moraleda, el balance de precipitaciones ha sido de 320 litros por metro cuadrado, el tercero más seco del presente siglo, con un 20% menos sobre la media (algo más de 400 litros por metro cuadrado), y con “escasas” aportaciones a los pantanos del Guadiana en la provincia, a pesar de las lluvias tormentosas caídas por la ‘gota fría’ a finales de agosto y mediados de septiembre en zonas como el Campo de Montiel y Villanueva de los Infantes.
Así lo ponen de manifiesto los datos de agua embalsada de la CHG, que recogen una caída a lo largo del último un año de más del 40% en las reservas, tras haber pasado del 43% al 25,4% de su capacidad total: 398 hectómetros cúbicos.
Moraleda ha reconocido en declaraciones a lanzadigital la precaria situación de los niveles del recurso almacenado en Ciudad Real en el último año hidrológico, precedido de otro malo, con un volumen actual de 100 hectómetros cúbicos, frente a los 170 hm3 que guardaban justo hace un año los siete principales pantanos de la provincia.
Sin embargo, estas cotas no han impedido, ha destacado Moraleda, que se hayan atendido en los doce meses todos los usos previstos: agrícolas, industriales y de abastecimiento.
Ha reiterado que el suministro de agua potable a la población “está garantizado”, a la espera del nuevo periodo hidrológico que ahora comienza, y con el inminente inicio de la suelta de agua del nuevo trasvase de 2,5 hectómetros cúbicos de la Torre de Abraham al Gasset.
Ambos embalses viven un escenario de emergencia que, al margen de la conducción, “está en función” de la evolución de las precipitaciones que sigan estando en alerta o alcancen la normalidad.
Nueva planificación
Respecto a la nueva planificación hidrológica de cuenca, el 15 de octubre se reunirá en Ciudad Real, según ha avanzado el máximo portavoz de la CHG, la junta de explotación de la zona oriental del río, y el 28 hará lo propio la comisión de desembalse. Estos órganos establecerán “la estrategia” de gestión” de los embalses de cara a la temporada otoño-invierno, para afrontar la primavera y su campaña de riego.
En cuanto a los niveles de las masas subterráneas del antiguo acuífero 23, Moraleda ha confirmado la nula recarga por la escasez de precipitaciones. “Ha seguido con un descenso generalizado” de agua a lo largo del año hidrológico y sus niveles han bajado 1,7 metros con respecto a 2018.
“Los números arrojan la realidad y recogen un descenso por la ausencia de precitaciones”, un “factor determinante” para el futuro, como todos los que valorarán en las juntas de explotaciones que se celebrarán a mediados de noviembre para mantener o no las dotaciones que se vienen otorgando a las comunidades de regantes.