Dénilson y Jorge Reyes, los dos hermanos de Nancy Paola, la joven de origen guatemalteca residente en Ciudad Real que presuntamente fue asesinada y descuartizada en Santander por su pareja, el colombiano Carlos Andrés Bustamente, han recogido los restos de la víctima en la capital cántabra.
Hace dos días, según ha relatado Dénilson a este digital, viajaron a Santander para recoger la urna con las cenizas del cuerpo desmembrado de su hermana en el tanatorio ‘La Montañesa’, donde ha sido incinerado.
La recepción de los restos se ha producido después de que los dos hermanos de la víctima solicitaran a través del abogado que los representa, Rafael Pérez, el traslado de sus restos al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 5 de Ciudad Real, competente en violencia de género, que es el que investiga el caso.
El procedimiento judicial de la causa por el crimen machista de la joven guatemalteca de 28 años está bajo el secreto de sumario y con una pieza secreta.
La intención de los dos familiares, que residen en Almagro, ha explicado el más joven, es repatriar las cenizas de la joven a la localidad natal de la familia, en la provincia de Nuevo San Carlos de la región de Retalhuleu, donde residen sus padres y las dos hijas menores de 4 y 7 años de Nancy Paola.
Dénilson ha agregado que la repatriación será en enero, ya que todavía habrán de esperar a la llegada del certificado del tanatorio, una vez corrijan algunos datos del nombre de la población en Guatemala “que estaban incorrectos”. “Esto tardará otros dos días”, ha dicho.
Posteriormente, viajarán a la embajada de Guatemala en Madrid para gestionar los trámites del retorno, un procedimiento con un coste de unos 3.000 euros que tendrán que asumir.
Por ahora, los hermanos han recibido ayuda económica del Ayuntamiento de Ciudad Real y de la Consejería de Igualdad del Gobierno de Castilla-La Mancha, que les han permitido realizar el viaje a Santander.
La acogida de las cenizas ha sido un paso importante desde el punto de vista emocional para los dos familiares, quienes se sienten reconfortados, y según Dénilson, “estamos más tranquilos”.
La joven viajó a España en búsqueda de oportunidades de empleo en 2019 y residía en Ciudad Real, donde conoció al presunto asesino. Los dos se trasladaron en julio a Santander para sondear el mercado laboral y quedarse si encontraban trabajo. Alquilaron un piso en el portal número 3 de la calle Carlos III, donde supuestamente se produjo el ataque mortal, según los vestigios hallados por los investigadores.
El 20 de agosto fue el último día que la familia tuvo contacto con la joven, que empezó a ser buscada por la policía tras las denuncias presentadas en la Comisaría de la Policía de Ciudad Real por la madre del victimario y los hermanos de la víctima.
Precisamente, Bustamente fue detenido cuando iba a denunciar la desaparición a una comisaría de Madrid. Para la policía ya era el principal sospechoso.