En un lugar de La Mancha se extiende Puerto Lápice, cuyo nombre recordará el seguidor de los pasos del Quijote por su evocación a éste, porque todo lo que lo envuelve evoca la magistral novela que cita esta localidad hasta en cuatro ocasiones.
Destacan en la localidad sus tres molinos, los cuales son conocidos por ser los que inspiraron a Cervantes para escribir Don Quijote de La Mancha. Situados en la Sierra de La Serranilla, alejados del núcleo de población, se enclavan en un lugar mágico, con los campos llenos de viñas y olivos a sus pies y desde donde observar gran parte de La Mancha.
Con el objetivo de potenciarlos turísticamente, el Ayuntamiento de Puerto Lápice rehabilitará uno de los tres molinos que se enclavan en la sierra, concretamente el que lleva el nombre de ‘Sansón Carrasco’ y que coincide también con el más antiguo de los tres que existen.
Un nuevo recurso con el que contará la localidad y para el que el Ayuntamiento de Puerto Lápice invertirá más de 200.000 euros para dejarlo como un molino auténtico y con la maquinaria auténtica, como hasta hace no mucho nuestros ancestros manchegos molían el trigo.
Con esta rehabilitación, desde el Ayuntamiento de Puerto Lápice pretenden realizar actividades divulgativas de cómo funcionaba un molino y hacer en días concretos pequeñas moliendas reales de trigo para que los visitantes de esta localidad manchega conozcan el proceso que se seguía antiguamente para elaborar la harina.
Las obras de rehabilitación, que comenzarán en breve, están previstas que finalicen para el mes de septiembre, con la intención de inaugurar este molino durante las ferias y fiestas de Puerto Lápice.
Además de los molinos, en Puerto Lápice también destaca la Plaza de la Constitución. Una bella plaza manchega, con dos alturas de soportales de maderas pintadas de color almagre. Es el punto de encuentro de los vecinos y visitantes. En ella se celebran las fiestas, bailes y teatros al tener forma de corral de comedias.
También es de destacar su puente romano. La situación estratégica de Puerto Lápice lo convirtió en un paso de gran importancia. Por ello se cree que los romanos siguieron los pasos de los íberos y que parte de la calzada que unía Amensarca, Álava, Bastia y Consaburum (actual Consuegra) con Laminium se encuentra en la zona tal y como atestiguan los restos del llamado puente romano.
Las ventas, que son el origen de la población, también son un importante recurso turístico, puesto que mantienen su estructura y algunas reviven en sus patios los encuentros, citas o recuerdos de la magistral novela de Cervantes. Se conservan la Posada Dorotea Jiménez, la del Rincón y la del Quijote. Son grandes caserones en torno a un patio central con pozo, soportales, establos, mesón y habitaciones para pernoctar.
