Es una de las familias que siempre ha trasladado sus ovejas de manera trashumante. Es Juan Manuel Cardo, uno de los últimos pastores trashumantes que trasladaba las ovejas desde el Valle de Alcudia hasta la Serranía de Cuenca para pasar allí el verano. Sin embargo, los problemas acechan a la trashumancia y la hacen inviable, asegura Cardo.
Y es que, los últimos meses tan calurosos y sin lluvias hace que no sea posible contar con agua en varios puntos a lo largo del camino y que los animales, por lo tanto, no puedan beber, “y si no beben no comen, si luego se pegan un hinchón de beber pueden llegar a morir y no estamos para perder al ganado”, apunta. Por este motivo estas ovejas han viajado hoy en cinco camiones.
Si andando tardan 23 días para llegar desde el Valle de Alcudia hasta la Serranía de Cuenca, en los cinco camiones que han sido trasladadas las 1.700 ovejas que tiene la familia Cardo han tardado tan sólo seis horas. Una gran diferencia de tiempo.
Juan Manuel Cardo apostillaba que hay varios motivos por los que quieren seguir con la trashumancia, uno de ellos es evitar el pago de estos camiones para los traslados, el segundo que si a primeros de noviembre ya están de nuevo en el Valle de Alcudia terminarán pronto con los pastos y en tercer lugar, y no menos importante, porque “me gusta, llevo ocho años haciendo este recorrido, anteriormente he hecho otros con mi padre”, recuerda.
Son precisamente estas ovejas las que han llamado la atención, año tras año, de los puertollanenses a su paso por la ciudad, dos veces al año. Este año no ha sido posible contemplar esta unión de lo natural con lo urbano.
Así, Juan Manuel Cardo solicita que se pongan los medios necesarios para continuar con la tradición trashumante ahora que se están recuperando las Cañadas Reales. Cardo atraviesa en su recorrido hasta cuatro cañadas para trasladar a sus ovejas de un punto a otro de la Península, si bien reconoce que el día 3 de noviembre, fecha en la que deberá volver a bajar al Valle de Alcudia, se verá si lo hace andando, como manda la tradición, o de nuevo en camiones. La trashumancia se va perdiendo.