Turia, la prestigiosa revista literaria a nivel nacional, ha publicado una amplia reseña de la antología poética ‘El corazón de la muerte’, del poeta puertollanero, Manuel Juliá.
Bajo el título de ‘El latido Infinito’, el gran poeta Javier Lostalé, siguiendo la estela de Jesús Barrajón, “abre el pecho de mis poemas y enseña sus vértebras”, según comenta a Lanza Manuel Juliá, quien se muestra muy satisfecho y agradecido por esta publicación que para él ha sido “una sorpresa muy agradable”.
Juliá agradece a Lostalé el “análisis profundo” que hace de su antología poética, “sobre todo lo que dice al final de su reseña, con el reconocimiento de que mi poesía está en la esencia de la poesía, comparándome con Juan Ramón Jiménez. Significa que lo que realmente soy es un poeta. Puedo estar trabajando en Fenavin, escribiendo artículos de prensa, etc., pero lo que realmente soy desde que era niño es un poeta, porque es lo que me ha llamado siempre”.
El poeta de Puertollano aún no puede asegurar si va a escribir algún libro de poesía más, aunque Juliá no descarta hacer alguno más para poder cerrar el ciclo. En cualquier caso, recuerda que su obra ya tiene siete libros de poesía: “Las obras poéticas, con algunas excepciones como la de Pablo Neruda, por ejemplo, y si analizamos las de Machado, Juan Ramón Jiménez y Ángel González, por citar algunos de los más representativos, no son voluminosas”.
“Turia, la revista más importante del mundo poético”
Juliá considera que Turia es la revista “más importante a nivel nacional en cuanto al mundo poético”, a lo que añade que “Javier Lostalé también es uno de los mejores críticos, y Jesús Barajón, el crítico número uno de Castilla de la Mancha y experto en muchos poetas”.
Desde su punto de vista, “el hecho de que Jesús Barajón se quisiera leer toda mi obra y hacer una antología, a la vez que un estudio de más de cincuenta páginas, fue muy importante, porque significa que hay una consideración y una valoración de mi poesía”.
Volviendo a Javier Lostalé, en su reseña ‘El lado Infinito’ escribe una frase sobre Manuel Juliá que reza lo siguiente: “Toda la poesía de Manuel Juliá es un canto de amor en el límite, más allá de la vida, por eso la muerte se convierte en otro pulmón de la misma vida”.
Con esta frase el propio Manuel Juliá no puede estar más de acuerdo, al indicar que “con sus palabras, Lostalé lo ha clavado perfectamente en el sentido de que la poesía quiere trascender la materia”. Pero considera que “ese trascender la materia no es una actuación absurda”. Para explicarlo usa a Einstein o la física cuántica, que “lo que hacen con el tema de la cuestión cuántica es trascender la materia, pues está la materia que comienza con los átomos y luego hay una realidad subatómica en la que solo funciona la energía. Y esa realidad que capta un físico con un laboratorio, el poeta la capta simplemente preguntándose que no puede ser que todo sea la materia que muere”.
Respecto a esa realidad energética, Juliá comenta que incluso “hay estudios que están intentando entender por qué las leyes de la materia ahí no funcionan, y que puede tener hasta conciencia, motivo por el cual esa aspiración poética de que a través de la belleza encontrar una justificación a lo trascendente, pues él lo explica muy bien y es lo que he pretendido siempre: el poeta tiene que ser el que da esperanza en un mundo y en una realidad metafísica o existencial sin esperanza”.
“El poeta da esperanza porque ve más allá de la materia, de un atardecer y una realidad concreta”
A su juicio, el poeta da esperanza porque “ve más allá de la materia, más allá de un atardecer y más allá de una realidad concreta”.
Una poesía unitaria
Ahondando en su trayectoria artística ligada a la poesía y al mundo poético, Manuel Juliá considera que su poesía es “muy unitaria”, señalando que “una de las cosas que también establece Jesús Barrajón es que tú coges mi primer libro y coges el último y ves que hay elementos que se van generando en cada uno de la poesía, por ejemplo el concepto de Wallace Stevens de idioma extranjero, lo desarrollo en muchos de mis poemas, en el sentido de que como idioma extranjero aquello que es imposible de entender a través de la poesía se genera un idioma de entendimiento. Y en la antología mi poesía hace un recorrido por lo más importante como es el amor, la muerte, la vida, los espacios, la belleza, y las calles”.
Confiesa que, en su obra, “intento llenar mi poesía de vida, a pesar de que algunas veces pueda estar hablando de la muerte de seres queridos. Intento llenarla de vida y entender que la vida se resiste a chocar contra un muro en el que todo desaparece, y eso está dentro de nosotros y puede estar conectado con lo que hemos podido estar hablando antes. La mejor manera de meter vida es la literatura, y dentro de la literatura la mejor manera de meter vida en cualquier circunstancia es la poesía”.
Por último, y preguntado sobre si se considera más poeta que escritor o periodista, Juliá explica que en todo lo que hace, ya sea en sus artículos de prensa, en el periodismo, en sus libros o escritos de prosa e incluso como director de Fenavin “parto siempre de una percepción poética, pues intento que todo lo que hago tenga esa belleza poética”.