El pasado invierno un grupo de aficionados de distintas nacionalidades decidió agruparse bajo la denominación Club Taurino Tres Puyazos. Pero no solo lo hicieron para organizar actos de divulgación taurina al uso, sino, también, para tomar las riendas en la organización de festejos taurinos sin ánimo de lucro.
De este modo, y según nos contaba uno de los socios fundadores, el ciudarrealeño Juan Antonio Rivero, hace unos meses, habían decidido aportar dinero de sus bolsillos (digamos que la cantidad oscila entre los 1.000 y los 2.000 euros) con el fin de organizar una jornada un día concreto (ayer 11 de junio), con actos de distinta índole (cómo se viste un caballo de picar, montaje de puyas, charla sobre la suerte de picar, exposición de los toros y novillos a lidiar en la Venta del Batán de Madrid…), con la culminación que suponía la celebración de dos festejos (una novillada picada por la mañana y una corrida de toros por la tarde) con hierros que, por uno u otro motivo, ofrecieran elementos de interés con su simple anuncio . Además, se establecieron premios en metálico para el mejor picador o mejor torero de plata.
Todo ello tuvo lugar en el día de ayer en San Agustín de Guadalix (Madrid), con un invitado inesperado como fue el sofocante calor reinante. Se trató, en suma, de la materialización de una experiencia ya conocida y llevada a cabo con frecuencia en Francia, aunque no tanto en España. Lo de ayer pudiera ser el comienzo de una nueva etapa para el asociacionismo taurino patrio.
Fichas de los festejos:
Novillada con picadores matinal. Un cuarto de entrada. Se lidiaron dos novillos de Raso de Portillo (1º y 2º) y otros tantos de Valdellán (3º y 4º). Juan Carlos Carballo (silencio, ovación y palmas, en el que mató por Diego Peseiro). Diego Peseiro (silencio en el único que mató).
Corrida de toros vespertina. Casi media plaza. Se lidiaron toros de Peñajara de Casta Jijona (2º, 4º -‘Masapán’, nº 17, premiado con la vuelta al ruedo- y 6º) y Tomás Prieto de la Cal (1º, 3º y 5º), el tercero como sobrero, para Sánchez Vara (silencio y vuelta al ruedo), Damián Castaño (ovación y vuelta al ruedo)e Imanol Sánchez (ovación y silencio). Destacó el tercio de varas protagonizado por Adrián Navarrete con el 4º de Peñajara y, sobre todo, el del sexto, con el picador francés Gabín Rehabí poniendo a los tendidos en pie por su ejecutoria a lomos de un ágil caballo de Equigarce.
Según Rivero, se trató de una experiencia sumamente interesante y novedosa para el aficionado español, que acudió desde puntos de toda España (incluido un microbús de Piedrabuena) poco acostumbrado a iniciativas integrales como ésta.