Los alumnos, que se sitúan entre los 10 y 21 años según marcan los estatutos, acceden a la plaza de toros de manera escalonada para evitar concentraciones en la puerta y lo hacen pisando una alfombra de desinfección y aplicándose el gel hidroalcohólico en las manos, ha informado el Ayuntamiento en nota de prensa.
El uso de la mascarilla es obligatorio. Para aquellos alumnos que no disponen de trastos propios para su entrenamiento, es la Escuela Taurina quien se los facilitará para que sean de su uso exclusivo.
El alcalde, Vicente Casañ, dio ayer tarde la bienvenida a los alumnos al primer entrenamiento presencial y les pidió que sigan demostrando la responsabilidad que siempre les ha caracterizado, siendo ejemplo para la ciudadanía, cumpliendo con las normas preventivas. También la concejala de Cultura, Teresa García Arce, les ofreció su apoyo para superar estos tiempos tan difíciles.
En esta misma línea se dirigió a ellos el codirector de la Escuela Taurina, el maestro Sergio Martínez, que pidió al alumnado que sigan haciendo gala de sus valores: «trabajo, constancia y responsabilidad», en el convencimiento de que «la mejor mascarilla es la responsabilidad». Gonzalo González, codirector de la Escuela Taurina tuvo palabras de ánimo para el alumnado, «esta pesadilla pronto pasará, es un toro difícil pero lo sabremos lidiar, cada uno con su responsabilidad», les dijo recurriendo al símil taurino.
Durante las semanas de confinamiento la Escuela Taurina de Albacete ha mantenido su actividad, pero lo ha hecho de una forma virtual. Tres días por semana ofrecían clases telemáticas, por videoconferencia, al alumnado.
El profesorado ha marcado pautas a los aspirantes para que mantuviesen la forma física y también han celebrado sesiones individuales telemáticas para ayudarles a depurar su técnica en cuanto al toreo de salón en todas sus variantes.
Incluso los alumnos han superado test a través de WhatsApp y se les han facilitado vídeos para su visionado sobre faenas de matadores de toros, novilleros, entrevistas a figuras del toreo, ganaderos y labores del campo, con el propósito de mantener al alumnado estimulado.
Si bien Sergio Martínez refería que la mayor motivación de los alumnos y alumnas era volver a pisar la plaza de toros y en cuanto sea posible salir al campo. No obstante, han preferido esperar a que finalizase el curso escolar para retomar las clases presenciales, pues uno de los requisitos más importantes para poder formarse como torero en este centro es que sus resultados académicos sean buenos.
