El sábado terminó la temporada deportiva del Alcázar Básket, acariciando los play off de ascenso en su debut en LEB Plata. A dos minutos para terminar su partido en Azpeitia, los de David Varela se metían en la fase de ascenso, pero al final el líder impuso su ley y descabalgó a los alcazareños de unas plazas en las que habían estado durante muchas jornadas. “Habría sido bonito por la experiencia”, explica una de las cabezas visibles del proyecto alcazareño, el directivo Francisco Javier Parras, “aunque el club no está preparado para afrontar en estos momentos retos superiores”. “Nos ha faltado experiencia y nos ha lastrado la lesión de LaGuerre, un jugador de los que se dejan notar en el campo”, considera Parras.
Durante esta semana, el Alcázar Básket confía en cerrar la temporada también en el plano económico y administrativo. “Hemos terminado equilibrados, sin deudas ni beneficios”, confirma Parras, todo un éxito en una campaña en la que costó arrancar, decidirse a dar el paso de afrontar “una categoría muy exigente, deportivamente y por los requisitos económicos y de infraestructuras que exige”. Pero, con la base del equipo que consiguió el ascenso, un poco reforzada, y David Varela en el banquillo, cumpliendo su tercera temporada, el equipo ha conseguido revivir “la ilusión por el baloncesto en Alcázar. La gente se ha quedado con ganas de baloncesto, lo que es muy importante”.
La directiva tiene muy claro cuáles son los pasos a partir de este momento. El primero, ampliar el número de directivos. “Tuvimos una reunión la pasada semana con 14 personas y algunas van a entrar”, confirma Parras, “gente de nuestro perfil, que quiera y pueda echarle muchas horas a esto sin esperar nada a cambio”.
El segundo paso es asegurar la parcela económica. Hay que buscarle sustituto al principal patrocinador del equipo, Seguro Soliss, “al que estamos muy agradecidos, porque ha hecho un esfuerzo enorme todas estas temporadas”, comenta Parras, que entiende que la compañía tenga que diversificar su apoyo al deporte. En ese terreno hay ya bastantes contactos realizados y la directiva es optimista en lo que respecta a su formalización.
Una vez conseguidos los apoyos, el tercer paso sería el de confeccionar el proyecto deportivo. El Alcázar apuesta, firmemente, por la continuidad, “pero sabemos que jugadores y entrenador han hecho muy buen papel y para nosotros sería un orgullo que el club sirviera de trampolín”.
El caso es que todo apunta a que el idilio, ya clásico, entre el baloncesto y Alcázar de San Juan ha reverdecido y vive buenos momentos.