“Pequeña, delicada y muy suave, cultivada en las huertas malagoneras, con los métodos tradicionales y que debe todos sus valores al agua y a la tierra de la zona, que son los elementos fundamentales que proporcionan la máxima calidad y la hacen única”. Así es como los miembros de la Asociación de Productores de la Judía Pinesa definen a esta legumbre tan característica de las huertas de Malagón y que a finales del mes de septiembre se comienzan a cosechar.
Los más mayores de la zona la definen como “una legumbre pequeña, arriñonada, muy mantecosa, suave al paladar y que se cuece con sólo mirarla, ya que las judías normales hay que echarlas antes en agua y con la pinesa no hace falta, además nunca se deshace. Es el pata negra de la judía”.
Hace escasos días los productores de este manjar de La Mancha, considerado por muchos como “el oro blanco de Malagón”, comenzaron a recolectar la cosecha de este 2017, que se prevé que sea de alrededor de 25.000 kilos, unos 10.000 kilos menos que la pasada campaña de recogida, pues las altas temperaturas y la escasez de agua han afectado a que esta legumbre crezca con normalidad.
Una cosecha que se ha realizado por última vez “a la antigua usanza” (a mano), puesto que el próximo año la asociación de productores adquirirá una máquina cosechadora de judías que permitirá una recolección y un proceso más rápido que el utilizado hasta ahora. Una manera tradicional de recolectar que se ha ido pasando de generación en generación y que llega a su fin.
Una judía que cada vez está más valorada entre los grandes gourmets y chefs, aunque, desgraciadamente, su escaso cultivo y la baja producción, así como las nulas ayudas que reciben los productores por la Política Agraria Común (PAC), hace que los agricultores opten por otros cultivos con más productividad.
No obstante, la Asociación de Productores de la Judía Pinesa, que surgió con el objetivo de recuperar este producto autóctono con una garantía de calidad “máxima”, está haciendo que esta legumbre escale posiciones dentro de la gastronomía española, llegando o “intentando” hacer competencia a la judía más famosa de España: el judión de Ávila.
Actualmente, la asociación comercializa esta legumbre malagonera en sacos de uno y cinco kilogramos, que se pueden encontrar en distintos establecimientos de alimentación de la localidad de Malagón, localidades de la provincia y por supuesto, la capital, Ciudad Real. Este año, según avanzaba uno de los productores de este manjar malagonero, el kilo oscilará sobre los 5,80 euros.
Desde la asociación se intenta conseguir un producto de calidad, con su lote, su registro y su sello que garantice la autenticidad de la auténtica judía pinesa. “Se debe de certificar la calidad de este producto, para evitar otras judías que se venden como pinesa”, comentaba Tomás Toribio, uno de sus productores.
Tanto desde el Ayuntamiento de Malagón, como desde la asociación de productores, se intenta incentivar el consumo y la visibilidad de la judía con actividades como el concurso de potaje con judía pinesa, que se organizó por primera vez en el año 2016.
Cómo preparar este manjar
Según nos indica Juana López-Cano, de 94 años, la cual lleva recolectando y preparando potajes de judías pinesas toda la vida, se deben de poner las judías en agua “a fuego muy lento para que queden suaves”, además nos indica que al ser tan buenas, no hace falta ponerlas a remojo antes de su preparación; después le añade una guindilla, una hoja de laurel, una cabeza de ajo, una cebolla, patatas “y si es época de matanza” tocino de cerdo, morcilla y el hueso del animal.
Ingredientes para 4 personas
300 gramos de judía pinesa, 1 cebolla, 1 cabeza de ajo, una guindilla, 2 patatas, 1 hoja de laurel, aceite y una pizca de pimentón