El duelo del sábado en Villarrubia y el Almagro, que terminó con victoria de los locales por 2-1 no dejó satisfecho a nadie realmente, aunque los tres puntos dejaron mejor sabor de boca a los villarrubieros, claro. De cualquier manera, unos y otros señalan al mismo lado: al colegiado García de la Mora. “Pudo haber sido un partido vibrante y bonito, pero el colegiado terminó desquiciando a todos por igual”, decía Manolo Alfaro, el míster blanquiazul. El rojillo, Kiko Vilches, se mostraba igualmente desilusionado con la labor arbitral. “No hablo casi nunca de los árbitros, pero la expulsión de Suso lo condicionó todo. A partir de ese momento, quiso compensar. Además, el Villarrubia jugó sus armas, perdiendo tiempo de manera evidente y sin que el colegiado lo evitara. Todo el mundo lo hace, pero nos vamos a cargar el fútbol así. Algo hay que hacer para evitar los abusos”, explicaba el talaverano. Curiosamente, a pocos kilómetros de distancia, algo parecido ocurría en el Manchego-Atlético Ibañés, aunque sin expulsiones.
“Me acosté muy jodido”, reconoce Vilches, “pero sigo siendo optimista”. Eso a pesar de que Vilches pierde para el próximo compromiso contra el Conquense a tres jugadores por expulsión: Alexis, Moraga y Buda. A cambio, recupera a los sancionados Carlos García y Trujillo y al lesionado Pirri. Tres que salen, tres que entran.
Al margen de las dificultades que entraña un partido con tantas tarjetas, Vilches puso el acento en “la mala defensa de los balones parados. Los dos tantos llegan así y tenemos que corregir esas circunstancia”. “Es una pena no sumar puntos como el del sábado, que lo teníamos en el bolsillo, o el de Ciudad Real, pero tenemos que centrarnos en el futuro y pensar positivamente”, finaliza Vilches.
