Queridos lectores, hoy vamos a reflexionar sobre un tema muy de actualidad, por el tratamiento que los medios de comunicación, en general, han hecho de este asunto que, a mi modo de entender, es de capital importancia desde el punto de vista psicológico, sociológico y de salud pública.
El asunto lo desarrollaremos con más profundidad en otra ocasión y creo que no va a tener desperdicio alguno a la hora de analizar aspectos que a la opinión pública se nos pueden escapar por lo impactante del asunto… es el tema de la guerra de la moda y la esclavitud de muchas personas al consumir tanto el producto, como el ser susceptibles de las múltiples consecuencias para los adolescentes de nuestro país, que son los que nos interesan.
He escuchado y visto en la televisión multitud de entrevistas a personas relevantes en todo este espectáculo que rodea a la moda y al diseño de aquellas tendencias innovadoras que en la actualidad se presentan en todo el mundo.
No voy a decir que estoy de acuerdo con todas las opiniones fundadas o infundadas que se han vertido acerca de este asunto, pero es lamentable que se intente trivializar con la propia salud de las interesadas, que son siempre tratadas, de una forma u otra, como artículos de explotación de imagen en toda su vertiente lingüística.
Cuántas veces hemos recalcado que se debería hacer algo a nivel de estructuras sociales y políticas a la hora de proteger la salud física y psicológica de muchos ciudadanos que sólo viven por y para la imagen corporal, la imagen que se demanda siempre a la hora de triunfar en el trabajo, en las relaciones interpersonales, en los procesos de socialización a la hora de la pertenencia a un grupo determinado… es tremendamente lamentable que se establezcan parámetros tan lineales como son los cánones de la belleza basados en tipologías muy determinadas y de alto rango.
Así de claro, y como esta columna siempre está vinculada a la opinión de un servidor de ustedes, entiendo que ya es hora de decir las cosas por su nombre.
Está muy bien que se ponga un límite en la talla de las prendas que se vayan a utilizar en las pasarelas dado que también hay que calcular que las tallas de las participantes sean moderadamente delgadas.
No tenemos que confundir una delgadez natural con una delgadez enfermiza, y eso se nota, por lo tanto, habrá que establecer criterios que protejan la salud de las participantes.
Yo entiendo que debería haber una libertad en la forma de hacer las cosas, respetando la tipología física de cada participante.
Además,…. El diseño de la moda no creo que dependa mucho de la talla de cada persona, sino del gusto que tenga a la hora de elegir lo que le interesa, porque en la moda, si que se reflejan muchas adolescentes que no eligen con libertad lo que les interesa… eligen desgraciadamente lo que se lleva.
Vamos a ser sinceros, y no convirtamos este tema en algo de actualidad pero con la falta de rigor que caracteriza a una sociedad extremadamente ausente a la hora de tomar grandes decisiones.