La canción italiana tiene siempre un atractivo especial por sus intérpretes, por las letras y por la sonoridad de su idioma. Atreverse con un clásico de Adriano Celentano como es Azzurro requiere valor y coraje.
Espero el verano todo el año y de repente aquí está.
Ella se ha marchado a la playa y estoy solo aquí en la ciudad.
Siento un ruido sobre el techo un avión que se va
Azul, la tarde está muy azul y se me hace larga.
Me doy cuenta de que no tengo remedio sin ti
Y ahora cogí el tren por los pelos para ir, hacia ti,
Pero el tren de mis deseos en mi pensamiento va al revés.
Se parece a cuando estaba en el seminario hacía tanto sol, hace muchos años.
Aquellos domingos en soledad paseando por el campo
Hoy me enfado más que entonces, pero ni siquiera tengo un cura para charlar.
Busco algo de África en el jardín, entre el laurel y el baobab,
como hacía cuando era niño, pero aquí hay gente, y ya no se puede,
están regando tus rosas, no está el león, quién sabe dónde está.
Una letra clásica de enamorado con un cantante mítico en la canción italiana. Pero Paolo Conte es peculiar. Nació en Asti, el 6 de enero de 1937 en una familia burguesa. De un padre abogado aficionado a la música, que tocaba el piano música jazz y una madre, Tina, de una familia de terratenientes. Empezó a estudiar piano cuando era niño, con su hermano Giorgio. Terminó los estudios de Derecho por lo que le llamaban Avvocato, (abogado), siguió la carrera notarial y ejerció durante años como abogado. Entró en el mundo del jazz como aficionado al vibráfono en algunos grupos de Asti y al mismo tiempo, escribió sus primeras canciones en colaboración con su hermano Giorgio. A mediados de los años sesenta se da a conocer como autor, con canciones como “La coppia più bella del mondo” y “Azzurro“, las dos cantadas por Adriano Celentano, o “Insieme a te non ci sto più” (Caterina Caselli), “Tripoli DBC##169″ (Patty Pravo) y “Genova per noi” (Bruno Lauzi).
En 1974, debutó como autor y cantante y en 1979, la canción Un gelato al limón le vale el reconocimiento del público, encontrando especialmente éxito en Francia. En los años ochenta, publicará diversos álbumes de temas inéditos y, mientras tanto estará ocupado por las muchas giras por Europa. Ha hecho una incursión en el mundo del musical con la obra “Razmataz”, de la que ha escrito la música y los textos, sino que también es suyo el diseño de la escenografía y del vestuario. Se ha publicado un DVD y un libro con sus bocetos. También escribió la música para la película de animación “La Freccia Azzurra” (La Flecha Azul) de Enzo De Alò, estrenada en catalán en Cataluña.
El mundo de las canciones de Paolo Conte tiene muchas influencias de las estéticas urbanas surgidas del cine, la música de jazz, el circo o el cabaret. Las letras, irónicas y sensuales, están inspiradas en un imaginario onírico de signo surrealista. El texto se sustenta en una ornamentación instrumental brillante que va del blues al jazz, del tango rioplatense a la música de cabaret, del experimentalismo más audaz a la música de banda de los pueblos mediterráneos, los apuntes vanguardistas a las músicas africanas o sudamericanas, como la Rumba, o la Salsa.
Escuchar Época de su último disco Gong-Oh o Arquitectura lejana con su voz ronca, sus arreglos en los que se mezcla en jazz, el blues y todas las músicas de forma heterodoxa pero espléndida es una oportunidad de disfrutar con la voz rota y ronca de este personaje italiano. Os dejo el enlace de Epoca y una grabación de 1988 en un concierto de Amsterdam del tema Azzurro. Son un buen descubrimiento.