Así, el secretario general de Asaja CLM, José María Fresneda, acompañado del director de Economía Agroalimentaria del Instituto de Desarrollo Regional de la Universidad de Castilla-La Mancha, Sebastián Castillo, ha explicado en rueda de prensa que los estudios “responden a la inquietud y preocupación de los agricultores y ganaderos de esta región que requieren de referencias fidedignas para poder firmar los contratos de acuerdo a la Ley de la Cadena Alimentaria”, la cual estipula, taxativamente, que no puede pagarse a los productores por debajo de los costes de producción.
“No se trata de obtener una cifra fija o una referencia media que se va a quedar obsoleta en la siguiente campaña y que varía según cada productor, cada explotación. Se trata de una herramienta dinámica para que cada agricultor pueda obtener su propio coste de producción actualizado en cada momento y tener así una información rigurosa, con una base científica, con la que poder negociar su contrato de compra venta con la industria y no firmarlo por debajo de costes, tal y como establece la Ley”.
A partir de ahí, “si el productor está siendo presionado para asumir un precio por debajo de costes, podrá denunciar ante la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) o pedir a las comunidades autónomas, en este caso la Dirección General de Alimentación que es la encargada de velar por el cumplimiento de la Ley de la Cadena, que inspeccione, que investigue y, en su caso, que sancione”, ha puntualizado Fresneda.
Acuerdo de colaboración
La organización agraria firmó, a través del secretario general en la región, un acuerdo de colaboración con la UCLM para la realización de dichas estimaciones, a través de la Sección de Economía Agroalimentaria de su Instituto de Desarrollo Regional (IDR), según ha informado la organización agraria en nota de prensa.
Los estudios realizados por el IDR, con un equipo coordinado por el director de su sección de Economía Agroalimentaria, Juan Sebastián Castillo Valero, abarcan las estimaciones de los costes de producción de viñedo, almendro, pistacho y olivar, en una primera fase.
Tal y como ha explicado Castillo, el estudio se ha segmentado por zonas de producción y tipología de explotaciones: secano (tradicional e intensivo) y regadío (intensivo y superintensivo). Igualmente, se ha establecido la estratificación de costes fijos (amortizaciones) y variables, así como una tercera agrupación de costes indirectos (seguros, uso de la tierra, mano de obra familiar, indemnizaciones laborales, etc.).
En función del rendimiento por hectárea de cada una de las producciones, en las últimas tres campañas, se han realizado horquillas de coste unitario, obteniéndose así el primer estudio integral de costes de producción de leñosos en Castilla-La Mancha.
Por último, han manifestado su intención de seguir con la fructífera colaboración entre Asaja CLM y UCLM, de cara a una segunda fase, que integre los cultivos herbáceos, como la cebada o el trigo, oleaginosas, como el girasol, y hortícolas como el ajo, el melón y la sandía.
