Castilla-La Mancha deberá multiplicar por cinco sus puntos de recarga de acceso público hasta 2025 para cumplir con el plan de reducción de emisiones del Fit For 55. La iniciativa, presentada por primera vez en julio de 2021, pretende servir como herramienta que ayude a la necesaria planificación y monitorización del despliegue en España, aún pendiente.
Desde ANFAC se plantea una metodología del despliegue necesario para establecer una red de infraestructuras de recarga que facilite la incorporación de vehículos electrificados en España, en línea con las exigencias de reducción de emisiones marcadas desde Europa.
Para alcanzar los objetivos establecidos por el Fit for 55, Castilla-La Mancha, con una red actual de 661 puntos de recarga, para 2023 ha de alcanzar los 1.632 y para 2025 será necesario multiplicar por cinco la red actual hasta los 3.372 puntos de recarga de acceso público.
En el ejercicio de actualización realizado, se ha tenido en cuenta el aumento de exigencias de reducción de emisiones de CO2 que la Unión Europea ha marcado para los diferentes tipos de vehículos en los horizontes 2030 y 2035 en el Fit for 55. Éste fija una reducción del 55% y 50% para 2030, en turismos y comerciales ligeros, respectivamente y del 100% para 2035.
De acuerdo con estos nuevos objetivos, ANFAC ha actualizado su propuesta para planificar y monitorizar, año a año y, a nivel cuantitativo y cualitativo, el desarrollo necesario de infraestructura de recarga de acceso público a nivel nacional, comunidades autónomas, provincias y principales corredores. La metodología se basa en los principios generales establecidos en el estudio de impacto que la Comisión Europea tomó como base para el nuevo AFIR y en los parámetros defendidos por ACEA; resultando una red mínima de puntos de recarga de acceso público para Castilla La Mancha, de aproximadamente 1.632 puntos de recarga de acceso público en 2023; 3.372 en 2025, 11.515 en 2030; y 24.676 en 2035, año en el que se establece el fin de la venta de los turismos diésel y gasolina. A nivel nacional, habría que contar con aproximadamente 70.000 puntos de recarga de acceso público en 2023; 120.000 en 2025, 300.000 en 2030 y 610.000 en 2035.
Menos puntos de recarga, pero con mayor potencia
La primera normativa AFIR, fechada en 2014, explican en un comunicado, «primaba el número de puntos de recarga frente a la calidad de estos. Así, establecía que el número adecuado de puntos de recarga debía ser equivalente al menos a un punto de recarga cada diez vehículos. La nueva propuesta AFIR de la Comisión Europea establece dos diferencias principales: añade la necesidad de que estos puntos tengan potencia y capilaridad y establece unos objetivos vinculantes de despliegue para los Estados Miembros. Esta nueva regulación supone un reconocimiento, en opinión de ANFAC, de, la falta de ambición de los Estados Miembros para fijar los objetivos de recarga, la no existencia de una metodología para calcular el despliegue necesario y la falta de políticas de apoyo acordes a los objetivos».
La nueva propuesta de ANFAC parte de unos niveles superiores de potencia necesaria para los vehículos eléctricos e híbridos enchufables «pues la tecnología de los vehículos está evolucionando hacia potencias de carga muchos mayores». En concreto, ANFAC, en línea con ACEA, parte de una potencia de 3 kW para los vehículos eléctricos y 2 kW para los híbridos enchufables. Así, de la propuesta de AFIR se concluye que «para 2030 España debería disponer de 322.000 puntos de recarga, mientras que la propuesta de ANFAC establece 300.000 puntos de recarga como objetivo mínimo para abastecer el parque para ese mismo año».
Para ANFAC, el criterio de calidad de la red de recarga es «absolutamente relevante». A cierre de 2022, de los 18.128 puntos de recarga de acceso público que tenía España, sólo el 3,8 % eran de recarga de alta potencia (≥ 150 kW). Desde ANFAC se advierte de que España debería multiplicar por cinco su red de carga de alta potencia por ser fundamental para que el vehículo eléctrico pueda ser empleado en trayectos de larga distancia por carretera, permitiendo tiempos de carga de entre 15 y 27 minutos.
Para José López-Tafall, director general de ANFAC, “los objetivos establecidos por la Unión Europea no se cumplen solo con el esfuerzo del sector, sino que precisan de un gran esfuerzo por parte del resto de los actores. El desarrollo de infraestructuras de recarga de acceso público es esencial para el despliegue del vehículo electrificado, y aquí hay mucho que avanzar. Nuestros mapas pretenden animar ese debate con datos, porque si no sabemos dónde estamos y cómo vamos es muy difícil llegar al objetivo que nos fijemos.”
Medidas eficaces para salir de la cola de la electromovilidad de Europa
ANFAC señala «la necesidad de trabajar en diferentes medidas tales como la puesta en marcha inmediata de una plataforma pública de información, que sirva de referente y facilite a los ciudadanos la información precisa en tiempo real de los puntos de recarga disponibles y en funcionamiento. De la misma manera, en respuesta de los objetivos vinculantes de despliegue de infraestructura de recarga de acceso público marcados por Europa, se hace necesario, la creación de un centro estatal para el desarrollo e impulso de la infraestructura de recarga de acceso público que permita monitorizar y garantizar un efectivo despliegue de la red».
De igual modo, piden, «la mejora en la concesión de las ayudas del Plan MOVES III y MITMA MOVES, con ayudas directas en el momento de la compra y no tributables, y la simplificación de los trámites administrativos para la puesta en marcha de puntos de recarga, serían aspectos fundamentales para la consecución de los objetivos exigidos».