Iberdrola ha cerrado 2017 con un impacto económico de 327 millones de euros en Castilla-La Mancha, ratificando así su papel como uno de los principales motores económicos de esta comunidad autónoma, en la que, durante el pasado año, ha realizado compras por valor de 113 millones a cerca de 400 proveedores de la región y ha invertido alrededor de 70 millones de euros. Asimismo, el impacto fiscal de la actividad económica que la compañía ha llevado a cabo en la región ha superado los 91 millones de euros y cuenta con una plantilla que supera las 560 personas.
Ignacio Galán, presidente del grupo, ha destacado en varias ocasiones que “Iberdrola está al servicio de la sociedad, del interés general y de las necesidades reales de las personas y, en este sentido, maximiza su contribución económica y social en las comunidades en las que está presente a través, entre otras cosas, de las compras a sus proveedores”.
En esta comunidad autónoma, Iberdrola cuenta, además, con más de 10.000 accionistas que este año se beneficiarán de un aumento del 4,2% en su retribución con respecto a 2016. De esta forma, y teniendo en cuenta que estos accionistas poseen un total de 30,1 millones de títulos de Iberdrola, la empresa les repartirá una retribución con cargo a 2017 de, al menos, 10 millones de euros.
Iberdrola tiene previsto centrar sus esfuerzos durante 2018 en la culminación del proyecto de implantación de las redes inteligentes en Castilla-La Mancha, un despliegue que ha supuesto ya la reforma de más de 6.500 centros de transformación y la sustitución de más de 690.000 contadores tradicionales por los nuevos equipos dotados de telegestión en toda la región, con potencia contratada igual e inferior a 15 kilovatios (KW), el 99,4% de todo su parque de contadores en la comunidad.
El proyecto STAR (Sistemas de Telegestión y Automatización de la Red) permite no sólo la modernización de la infraestructura eléctrica de Iberdrola sino también impulsa la economía castellano-manchega a través de contratos con empresas locales y una mayor contratación de personal cualificado.
La inversión de Iberdrola en esta iniciativa en Castilla-La Mancha alcanzará los 90 millones de euros, gracias a los cuales a finales de este año los alrededor de 700.000 puntos de suministro a los que la empresa da servicio en la región tendrán contadores inteligentes y sus más de 6.000 centros de transformación también funcionarán con esta tecnología.
Durante 2017, Iberdrola ha seguido invirtiendo en la mejora y ampliación de su infraestructura de redes de distribución en esta región mediante la construcción y mantenimiento de subestaciones, líneas eléctricas y centros de transformación. En el último año, la empresa ha dedicado alrededor de 36,4 millones de euros a esta área.
En el ámbito de generación, Iberdrola se mantiene como un referente de las energías renovables en esta comunidad autónoma, donde tiene una potencia instalada de casi 1.900 megavatios (MW), de los que la mayoría, 1.835 MW, corresponden a parques eólicos. Además, cuenta, concretamente en Toledo, con el Centro de Control de Energías Renovables (CORE), desde donde controla y opera en tiempo real el funcionamiento de sus instalaciones renovables en hasta ocho países distintos.
Este pionero centro controla 200 parques eólicos ubicados en España, Portugal, Brasil, Grecia, México, Hungría, Rumanía e Italia. Estas instalaciones suman un total de 7.000 MW de potencia a través de 6.000 aerogeneradores y 200 subestaciones eléctricas asociadas. Además, desde el CORE se operan 68 centrales minihidráulicas.
Compromiso con la región
Iberdrola está fuertemente arraigada en Castilla-La Mancha, no sólo a través de su actividad empresarial e institucional, sino también gracias a la colaboración con instituciones, compañías y asociaciones locales y regionales.
Cabe destacar, el convenio de colaboración que mantiene vigente con la Consejería de Bienestar Social de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha para la protección de clientes con dificultades para hacer frente a sus facturas de electricidad y gas. A través de este convenio, la empresa se compromete a proteger a sus clientes residenciales en situación de vulnerabilidad económica frente a la suspensión del suministro por impago de la factura.
Por otro lado, desde el año 2010, Iberdrola mantiene su programa de ayudas sociales que tiene como objetivo impulsar proyectos que llevan a cabo entidades sin ánimo de lucro y que están dirigidos a los colectivos más desfavorecidos. Cabe destacar que, en estos siete años, la compañía, a través de su Fundación en España, ha apoyado a más de 20 asociaciones de la región, ubicadas en todas las provincias de Castilla-La Mancha.
Además, Iberdrola ha clausurado, durante 2017, la primera edición del programa +Implicados, que la empresa ha llevado a cabo conjuntamente con la Consejería de Economía, Empresas y Empleo de la Junta de Castilla-La Mancha. El objetivo de esta iniciativa, pionera en la región, es profesionalizar los centros especiales de empleo de la comunidad autónoma a través de la optimización de sus recursos, el aumento de su competitividad y el fomento del emprendimiento hacia otras oportunidades de negocio.