La firma de hipotecas sobre viviendas en Castilla-La Mancha cayó un 11,83% en septiembre respecto al mismo periodo del año anterior, un descenso menos pronunciado que la baja del 29,64% a nivel nacional, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Esta cifra marcó una tendencia a la baja en la región, totalizando 1.290 operaciones, con un ligero aumento del 0,55% en comparación con el mes anterior.
El monto total prestado para la constitución de hipotecas sobre viviendas en la región fue de 125,26 millones de euros en septiembre, reflejando una disminución del 17,09% en comparación con el año anterior. En relación al mes anterior, el capital prestado también registró una caída del 4,69%.
En el ámbito general, se constituyeron 1.732 hipotecas en la región, con un desembolso de capital que ascendió a 325,55 millones de euros. De este total, 59 préstamos hipotecarios se relacionaron con fincas rústicas y 1.673 con fincas urbanas.
Dentro de las hipotecas sobre fincas urbanas, 1.290 correspondieron a viviendas, 37 a solares y 346 a otros tipos de propiedades urbanas.
Hubo 59 operaciones de cambio de entidad (subrogaciones al acreedor) y 11 cambios de titular en las hipotecas (subrogaciones al deudor). De las 395 hipotecas con modificaciones en sus condiciones, 325 fueron por novación.
Sin embargo, se cancelaron 1.990 préstamos sobre fincas en la región, de los cuales 1.120 estuvieron relacionados con viviendas, 450 con fincas rústicas, 331 con fincas urbanas y 89 con solares.
Al analizar las cifras por comunidades autónomas, se observa una disminución en el número de hipotecas en todas las regiones en comparación con el año anterior. En Murcia, Aragón y Galicia se registraron las mayores reducciones, mientras que Castilla-La Mancha, Baleares y Castilla y León mostraron descensos menos acentuados.
En cuanto al importe prestado, todas las comunidades autónomas experimentaron una disminución en relación al año anterior. Galicia, Asturias y Cantabria lideraron estas caídas, mientras que Extremadura, Castilla-La Mancha y Castilla y León mostraron reducciones menos drásticas.