Cruz Ponce, directora general de Agricultura y Ganadería en la Junta de Comunidades, ha animado a los viticultores a participar en la nueva convocatoria de reestructuración y reconversión del viñedo, con el fin de apostar por nuevas variedades y hacer más sostenible este cultivo.
En declaraciones a Lanzadigital, Ponce ha valorado “el gran calado que tiene para Castilla-La Mancha” el desarrollo del sector, con 460.000 hectáreas y 80.000 productores, y ha ensalzado las inversiones ejecutadas desde el Gobierno autonómico para mejorar las tipologías de la uva y la eficiencia de la producción.
“Desde el año 2000 hemos reestructurado 220.000 hectáreas, con más de 1.200 millones de euros”, ha señalado Ponce, para quien la transformación de la uva en vaso a espaldera, y la introducción de nuevas variedades ha cambiado el entorno “con un nuevo colorido”. Igualmente, “ha incrementado la rentabilidad de los agricultores” y “ha influido muchísimo en la mejora de la calidad de los vinos”.
Ponce también destaca las novedades en la nueva convocatoria, publicada el pasado 27 de febrero en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha (DOCLM), como “es el incremento del porcentaje, del 50 al 75%, de financiación”, y la introducción en las ayudas de la variedad airén de secano. Es una variedad que “puede ser muy productiva” y, por ello, “queremos impulsar el mantenimiento de ese viñedo tradicional, que se adapta muy bien a las condiciones climáticas, meteorológicas y edafológicas de Castilla-La Mancha”.
La nueva convocatoria, con un plazo de un mes para su solicitud, conlleva unas ayudas de 750 euros por hectárea para reestructuración de viñedo y de 568 euros la hectárea para la transformación de vaso a espaldera.
“Nos parece muy importante impulsar el mantenimiento de este tipo de producciones que también va cada vez dan más mejores vinos y se revalorizan año o año”.
Respecto a las asignaciones, la región percibe fondos, según Ponce, en proporción a su superficie de viñedo, el 48% del nacional. “Todos los años conseguimos con muchísimo esfuerzo ejecutar el dinero asignado”, dado que si no se tramita “vuelve otra vez al ministerio de Agricultura”.
Según Ponce, “en los últimos años también hemos captado algunos fondos de operaciones de otras comunidades que ha inyectado liquidez en nuestro medio rural”.
El último pago ha sido reciente, el pasado 4 de marzo, con 2,7 millones de euros para un total de 1.000 hectáreas y 330 viticultores.
La reestructuración lleva consigo, según la directora general, la diferenciación, incluso con las variedades autóctonas como la airén, una de las más sostenibles y competitivas del cultivo en la región.