Ambas son ciudarrealeñas pero no habían “coincidido” aquí. Lo hicieron curiosamente y “por casualidad” a bastantes millas, en Londres, donde descubrieron que tenían gustos e inquietudes musicales muy parecidas y se propusieron formar un grupo, proyecto que finalmente construyeron en ‘el año de la pandemia’ y cuyo primer ‘mordisco’ es ‘Tigres de papel’, un tema con desgarro y alma blusera con reminiscencias del rock sureño.
Su bienaventurado encuentro coincidió con un momento en el que “queríamos romper un poco con todo las dos”, ‘mudar de piel’, lo que propició la puesta en marcha de The Víboras, dúo integrado por María Molina y Vega Molina, al que se suma a la hora de grabar Txon Lázaro a la batería, y que se caracteriza por transmitir “el veneno del rock and roll, de disfrutar con la música”.
Cuando todo alrededor deja la sangre fría, encuentran el calor y la luz en la música, y la química entre las dos Molina, que ni son hermanas ni tan siquiera primas séptimas, es “maravillosa. Yo a veces estoy impresionada. Hay gente con la que te cruzas en la vida con la que no y que no, por mucho que te esfuerces…”, mientras que con otras personas “es superfácil y Vega para mí es una de ellas”, asegura María. “Compartimos tantos gustos que todo fluye, muchas cosas no hace falta si quiera explicarlas, enseguida lo pillamos. Nos ponemos a componer una canción y sale”, detalla Vega.
“Desde el principio dejamos claro que si no nos gusta algo lo decimos. Ahí no nos fallamos. Somos muy sinceras y eso también hace que hagas buena música”, agrega María, que comparte con Vega influencias en torno a “la música americana, el blues y el rock”.
“Vega tiene una trayectoria más cañera, a nivel musical está más abierta a diversos estilos, lo que hace que nuestras canciones tengan diferentes matices y una esencia peculiar”, aprecia María, que se reconoce “más melancólica. A mí muchas veces sólo me falta cortarme las venas”, admite la cantante, cuya sensibilidad y emoción se cargan de energía, alzan el vuelo, con la guitarra de su compañera en este proyecto.
Su primera actuación fue el pasado fin de semana en el Festival Corto Cortismo de Miguelturra y, entre otras fechas previstas, tocarán el 28 de junio en el Arco del Torreón, muy cerca de donde ensayan y que, aseguran, será un concierto en acústico especial tanto por tratarse de un enclave emblemático como por ser su primer directo en Ciudad Real.
Un vídeoclip, dirigido por Sergio Díez, grabado en Torre de Juan Abad y que parece conectar el ‘desierto’ manchego con la Ruta 66 y las esencias del Mississippi, han sacado de la canción ‘Tigres de papel’, un tema que narra una historia sobre los deseos de escapar. “Es un poco nuestro recorrido: empezar un viaje y querer avanzar”, pese a unos ‘tigres de papel’ que son “todo eso que nos da tanto miedo”, aunque luego resulta que “realmente no son nada”. “Hay que lidiar con muchas cosas” en este ámbito, pero “estamos en la música para disfrutar y vamos a intentar dejar todo eso a un lado”, de manera que “nosotras nos hagamos más fuertes que los tigres”, expone María.
Versiones como ‘Fly away’ de Lenny Kravitz y de bandas como Rival Sons y M-Clan forman parte del repertorio de este grupo que tiene entre sus referentes dúos estadounidenses como el femenino Larkin Poe.