Álvaro García Ortíz de Urbina es el responsable del departamento jurídico de Proliga. Durante todo el año atiende las demandas burocráticas de los más de 250 clubes que, en la actualidad, tiene esta asociación destinada a defender los intereses y el prestigio de los clubes no profesionales. Si durante todo el año hay movimiento, en medio de este estado de alerta y de paralización de todo un país, mucho más. Porque crecen las dudas, aumentan las consultas y todo ello en medio de “una inseguridad jurídica donde la cosa cambia en cuestión de días”.
Sin conocer la fecha, todavía, para regresar a la competición, y con todos los contratos en vigor de futbolistas, entrenadores o trabajadores, Álvaro Urbina habla y defiende la postura de los futbolistas y de los clubes. Prefiere filtrar la información y hablar solo de los clubes que tienen contratos profesionales con sus trabajadores, dejando de lado, en el buen sentido de la palabra, aquellos clubes humildes donde no existen fichas ‘P’ ni están dados de alta en la Seguridad Social. “Cada club es un mundo y cada uno trabaja de una manera distinta. Luego hay casos y casos”, se refería en ese aspecto.
Sin embargo, a la hora de hablar de clubes que mantienen una relación profesional con sus trabajadores, Urbina hablaba de un posible escenario; el ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo).
“Por primera vez los clubes tenemos una herramienta para poder acogernos como es el ERTE que, por la merma de ingresos y por una causa de fuerza mayor (cierre de instalaciones por parte de los ayuntamientos, suspensión del campeonato por parte de la RFEF…) se puede llevar a cabo. Un deportista no puede ‘teletrabajar’. Por eso, una posibilidad que nos brinda el Real Decreto es la de realizar un ERTE y conseguir unas bonificaciones en Seguridad Social y no pagar el salario los clubes a los futbolistas. Cobrarían a través del desempleo en torno al 70% de la base reguladora”, explicaba el letrado.
Por el contrario, vaticinando otros escenarios, “si el club no se acoge a un ERTE, posiblemente, lloverán las denuncias, bien ante RFEF o la Comisión Mixta, o bien por el juzgado”.
Real Decreto 1006/1985, ¿profesionales o amateur?
Indagando entre el fútbol profesional y el fútbol amateur o aficionado, Álvaro Urbina nos remitía al Real Decreto 1006/1985 para resolver todas las dudas respecto a lo que regula la relación laboral de los deportistas profesionales:
Párrafo 1 del Artículo 1 del Real Decreto 1006-1985
- El presente Real Decreto regula la relación especial de trabajo de los deportistas profesionales, a la que se refiere el artículo segundo, número uno, apartado d) , del Estatuto de los Trabajadores.
Párrafo 2 del Artículo 1 del Real Decreto 1006-1985
- Son deportistas profesionales quienes, en virtud de una relación establecida con carácter regular, se dediquen voluntariamente a la práctica del deporte por cuenta y dentro del ámbito de organización y dirección de un club o entidad deportiva a cambio de una retribución.
Quedan excluidos del ámbito de esta norma aquellas personas que se dediquen a la práctica del deporte dentro del ámbito de un club percibiendo de éste solamente la compensación de los gastos derivados de su práctica deportiva.
Por lo tanto, en resumen, según el responsable del departamento jurídico de Proliga “aquellos clubes que han venido trabajando bien y se acojan al ERTE no deberían tener problemas ni habrán denuncias ni reclamaciones”.
Inviable más allá del 30 de junio
Abordando otros temas, en lo deportivo, y siempre hablando de casos hipotéticos de cara a que se reanude la competición, Urbina indicaba que “habría que valorar si se extiende la competición más allá del 30 de junio. Jurídicamente es inviable irte más allá del 30 de junio. Está supeditado a una nueva negociación de contratos y sería imposible sin acuerdo entre el club y futbolista. No hay una norma o una ley que permita trabajar más allá de la fecha de un fin de contrato y atentaría al derecho al trabajo porque es una actividad voluntaria. Lo veo muy atrevido irse más allá del 30 de junio”. Del mismo modo, y por el contrario, “también veo muy complicado que finalice la competición antes del 30 de junio por diferentes motivos. En caso de tomar una decisión sin haber finalizado el campeonato, cualquier decisión tendrá clubes perjudicados. No será satisfactoria para todos”.
Por último, el responsable jurídico de Proliga quería destacar positivamente que “he percibido un especial interés de muchos presidentes por pagar el 30 por ciento restante en caso de llevar acabo un ERTE y velar por sus futbolistas. La verdad es que es algo muy positivo en medio de tanta inseguridad jurídica y de una situación tan rara como la que estamos atravesando”.