Los deportistas viven este periodo de confinamiento por la crisis del coronavirus sin competiciones, entrenando como pueden en sus casas y con la incertidumbre de qué ocurrirá con las Ligas, dando a la vez prioridad a la salud. Muchos de ellos, además, están pasando estos días con algo más de aflicción, la que les provoca no participar como año tras año hacen con sentimiento en las procesiones de Semana Santa. El futbolista Jonatan Garceso, el jugador de balonmano Álex Abad, o el ex jugador de fútbol sala y ahora entrenador Rodrigo López, son algunos ejemplos de ellos, a los que el COVID-19 ha privado del deporte y también este año de la participación activa en su pasión cofrade.
Garceso, muy vinculado a esta pasión
Jonatan Garceso es defensa central en el CF La Solana. Es un jugador más, pero es un jugador atípico y más todavía llegando estas fechas tan señaladas para él como es la Semana Santa. Su educación en el colegio Nuestra Señora de la Merced de Miguelturra le inculcó muchos valores religiosos. Y es que Garceso, año tras año, vive de manera especial la Semana Santa; de costalero a capataz y de hermano de una cofradía a su pasión por la música y la corneta. Pero siempre teniendo muy presente a la hermandad y a su Jesús Nazareno de Miguelturra. Pura pasión.
“De siempre he vivido mucho la Semana Santa. Estudié en el colegio Nuestra Señora de la Merced y ahí nació mi pasión. La verdad es que siempre he estado muy vinculado a este mundillo. Fui costalero de Jesús Nazareno y la Piedad, en Miguelturra. En Ciudad Real también fui costalero del Nazareno de San Pedro y de la Amargura. Además, estoy en la banda de música de Calzada de Calatrava y colaboro con la de Miguelturra. Toqué muchos años en Santo Tomás, en la Piedad… Actualmente no puedo salir de costalero por el tema del fútbol, pero he pasado al cuerpo de capataz de Antonio Arenas, con el Nazareno de Miguelturra”, explicaba el jugador de La Solana.
En este sentido, hablaba de su pasión por la música cofrade. “Toco la corneta en Calzada con la banda de música. En Ciudad Real, el domingo de Ramos con la Salud y el martes santo con la Virgen de la Esperanza. Con la de Miguelturra tocamos el viernes de Dolores con la Perchelería y el miércoles santo con la Flagelación y la Virgen del Consuelo. Está claro que este año se ha parado todo pero, estos años de atrás, no paraba desde el viernes de Dolores hasta el Domingo de Resurrección”.
Preguntado cómo podía gestionar el tiempo entre fútbol y Semana Santa, el jugador se sinceraba entre risas asegurando que “esto me gusta muchísimo desde siempre. Siempre intentas calcular las amonestaciones para cumplir los partidos en estas fechas, pero el que me conoce sabe muy bien lo que significa la Semana Santa para mí. Teniendo salud, hago lo que haga falta”.
En estos días donde la mayoría de los jugadores se levantan, se ejercitan, sacan al perro y juegan a la Play, el defensa de La Solana es distinto: “Me levanto y veo ‘Lo que puso ser…’, un canal de YouTube que da la Semana Santa como si fuera en directo y así me quito el mono. Luego, por la tarde, después de entrenar, saco la corneta y me lío a tocar un poco para matar el gusanillo. La verdad es que en estas fechas siento nostalgia”.
Álex Abad, un cristiano activo del BM Caserío
El capitán del BM Caserío se considera un cristiano activo y practicante, valores inculcados desde pequeño en su familia y también en el colegio Marianistas de Ciudad Real. Por eso Álex Abad une ahora ese tema espiritual con la Semana Santa, de la que recuerda con una anécdota cómo se aficionó cuando tenía 6 ó 7 años. “Había un Madrid-Barcelona, me gusta mucho el fútbol y soy del Barça. Me acuerdo que mi madre me iba a llevar a ver una procesión y yo no quería, lo que quería era ver el partido. Al final fuimos y creo que un capataz me dijo que iba a ganar el Barcelona. Ganó ese partido después de mucho tiempo sin ganar al Madrid. Desde entonces me gustan las procesiones y trato de no perderme ninguna”, relata.
Hermano en Ciudad Real de la Hermandad de Nuestra Señora de los Dolores (Ave María) y de la del Prendimiento, además de costalero desde el 2013 en la Dolorosa de la Catedral, Álex Abad asegura que estos días sin procesiones “son difíciles”. “No poder salir un Domingo de Ramos, que siempre es especial, se hace duro”, explica el central del Caserío, que también salió un año bajo el Prendimiento, pero ya poder estar en dos pasos y compaginar el balonmano se le hacía cuesta arriba. Ahora, el jugador tratar de vivir esta Semana Santa de forma diferente en casa, visionando canales de televisión o de internet en los que se están retransmitiendo procesiones de años pasados, ya sea de Ciudad Real, como CRTV, o de Sevilla. “Así engañamos algo a la mente”, señala, y explica que en un año normal suele acudir en Semana Santa a la ciudad sevillana, para volver el viernes por la mañana tras la ‘Madrugá’ dispuesto a ponerse el costal y llevar por la tarde-noche a la Dolorosa de la Catedral.
Una Dolorosa que no ha podido procesionar en los dos últimos años por la lluvia, “pero aun con eso siempre tienes la esperanza de poder salir. Este año con el coronavirus se nos ha cortado todo. No hemos podido compartir nada entre los costaleros, entre los hermanos…”, lamenta.
Visionando esas procesiones estos días, Alex Abad mantiene en su confinamiento en casa junto a su pareja el planning de entrenamiento que sigue planificando el técnico Santi Urdiales. “Nosotros necesitamos tratar de seguir en la mejor forma posible por si se reanuda la competición”, asegura, y deja claro que “me encantaría que se reinicie la liga para jugar, pero lo veo complicado”. Hay que recordar que el Caserío es colíder en su grupo de Primera Nacional, un puesto de play off de ascenso. El presidente de la Federación Española, Francisco Blázquez, afirmó que habría ascensos y descensos: “A eso nos agarramos ahora, pero no sé que pasará”, concluye Álex Abad.
Rodrigo, en la Agrupación Musical de Moral
El ex jugador de fútbol sala y ahora entrenador y coordinador del Moral FS, Rodrigo López Morales, también es un apasionado de la Semana Santa. Hermano de la Hermandad de Nuestra Señora La Soledad de su localidad, Moral de Calatrava, desde muy pequeño recuerda ser partícipe y tocar la trompeta. Desde hace muchos años lo hace tras los pasos lo lleva a cabo en la Agrupación Musical Nuestro Padre Jesús Redentor, también de Moral.
El pasado lunes, por ejemplo, ‘Rodri’ recuerda haberlo pasado mal al no poder estar tras la imagen de Jesús en la borriquilla de la Hermandad de las Palmas de Ciudad Real, con la que su agrupación se ha fidelizado en los últimos años. “Es algo muy bonito y lo pasé mal por no poder tocar. Ese día toqué en mi piso junto a varios amigos por videollamada”, confiesa. Algunos de estos días de confinamiento también lo ha hecho desde la ventana de su casa cercana a la Puerta de Toledo de la capital, a las 20 horas a la par con los emocionantes aplausos al personal sanitario.
Rodri mata así el gusanillo de la música cofrade en su hogar, en la que estos días pasa el confinamiento junto a su novia. En esta Semana Santa sin procesiones en las calles por el coronavirus, confiesa que, a pesar de jugar en equipos de fuera, siempre trataba de acudir a ser partícipe de las procesiones con su agrupación, cuya actividad durante estas fechas es casi de domingo a domingo en diversas localidades. “No podía venir a ensayar, pero me guardaban el puesto y yo siempre he tratado de venir”, asegura el ex jugador de equipos como el ElPozo Murcia, Cartagena, Segovia, Valdepeñas o Sammichele de Bari (Segunda italiana). “Esto que está pasando no se lo esperaba nadie y estar así estos días de Semana Santa da más rabia, mucha más que si no pudieras salir por la lluvia”, sentencia.
Ahora ha dejado el fútbol sala a un segundo plano, aunque sigue pendiente de sus equipos. El Moral FS de Tercera División estaba en plena lucha por la permanencia en la categoría, mientras que los juveniles eran cuartos en la competición de Autonómica. “Lo importante es estar bien, es la salud. Y luego ya veremos qué pasa con las Ligas”, concluye.