Como la unión hace la fuerza, en este 2018 que agoniza muchos jugadores unidos por un mismo equipo, por un mismo escudo, han tratado de explotar al máximo sus cualidades individuales por el bien del colectivo. Y algunos de esos conjuntos de Ciudad Real han tenido un año muy exitoso, otros se han quedado a un paso de tocar la gloria y también los ha habido que han sufrido grandes decepciones. El deporte es lo que tiene, no todos pueden triunfar a lo largo de una larga y exigente temporada. Y por eso siempre deja un buen número de imágenes para recordar.
Entre los éxitos más sonados de los nuestros en el 2018 está, sin duda, el que consiguió el Fútbol Sala Valdepeñas. Tras muchos años quedándose en el intento, el pasado 14 de abril el equipo vinatero logró por primera vez en la historia el ascenso a Primera División, en una tarde de recuerdo imborrable tras ganar por 4-1 al Antequera. Todo Valdepeñas cantó, animó y vibró con los suyos, que ahora pujan con incomodidad por la permanencia en la máxima categoría del fútbol sala nacional, pero con la ilusión de toda la localidad y de una grandísima afición. Eso sí, ya no está en el banquillo Leo Herrera, la persona que llevó al equipo a lo más alto de división y de números y que fue cesado recientemente. David Ramos, ex del Puertollano FS, es ahora el encargado de tratar de lograr ese objetivo de la salvación.
También en Daimiel hubo gloria, la de su equipo de baloncesto que logró igualmente un histórico ascenso a la Liga EBA. Lo hizo en casa, en el pabellón municipal daimieleño ante una hinchada volcada y un equipo entregado que en esta nueva y muy exigente categoría está sufriendo. Pero a la vez disfrutando, como también disfrutó en la capital el renacido CB Lineal Ciudad Real con su ascenso a la Primera Nacional de Castilla-La Mancha, un paso grande hacia adelante para los azules de Jesualdo Fernández.
Y en Socuéllamos sus chicas del voleibol atacaron la Superliga Femenina 2, la segunda categoría nacional. Allí hubo una primera decepción en el pabellón Gran Gaby, porque en el play off las socuellaminas, las anfitrionas lideradas por la gran jugadora internacional Diana Sánchez, no pudieron consumar el objetivo. Una renuncia posterior a la plaza metió al Kiele en esta categoría, en la que sí que se ha convertido en uno de los grandes equipos. No en vano, las socuellaminas son primeras de su grupo con una trayectoria este curso impresionante que les permitirá jugar la Copa Princesa.
En fútbol las alegrías y las decepciones fueron como siempre muy compartidas. El Calvo Sotelo Puertollano selló su tercer ascenso consecutivo sin fallo desde su fundación para cumplir el gran objetivo que tenía en su creación, alcanzar la Tercera División con su campeonato en Preferente. Y también subió a esta categoría La Solana, que retornó a ella once años después, un objetivo muy ansiado por La Moheda.
En este deporte del balompié también descorcharon champán con sus ascensos el Sporting de Alcázar y el Membrilla, a Preferente; el Calatrava y el Socuéllamos B, a Primera Autonómica; y CD Manchego y Calvo Sotelo, a la Liga Nacional juvenil. Por contra, las decepciones fueron para Miguelturreño, que cayó a Preferente, además de Valdepeñas, Atlético Pedro Muñoz, Porzuna, Calzada, Aldea del Rey que bajaron en sus categorías, más el equipo juvenil del Almagro. En la Segunda femenina también hubo caída, la del Daimiel Racing.
Play offs sin éxito
Precisamente en el fútbol se dieron algunos de los play off frustrados para los equipos provinciales en el 2018. Uno de ellos lo vivió el Villarrubia, que se quedó apeado en la primera eliminatoria de la fase de ascenso a Segunda B por el Almería B.
El otro, más doloroso por la forma en la que fue, lo sufrió el Socuéllamos. El conjunto socuellamino alcanzó la última ronda. Y tenía en el último minuto el ascenso en la mano en el campo del Unionistas de Salamanca, tras ganar en casa por 1-0 e ir perdiendo en ese momento por 2-1. Un penalti muy polémico en el minuto 95 y transformado por los locales puso el 3-1 definitivo que dejó al equipo presidido por Jordi López sin el retorno a la categoría de bronce. Fue uno de los momentos más amargos para el fútbol provincial en este año.
Frustrado se quedó también el BM Alarcos, en un nuevo intento de alcanzar la ansiada Liga Asobal. Los alarquistas disputaron en Segovia su segundo play off en tres temporadas en División de Plata, pero se quedaron apeados en el choque de semifinales ante el BM Nava, el anfitrión, al ceder por 27-24. Luego Sinfín lograría subir a costa de los segovianos. En este curso el BM Alarcos va por el buen camino para volver a luchar con opciones de subir a la máxima categoría del balonmano nacional, algo que desea y mucho Ciudad Real.
En fútbol sala el que se quedó cerca de igualar el ascenso del FS Valdepeñas fue el FS Puertollano, que se metió en el play off por Primera División. En él los de Marlon Velasco sacaron casta y entrega y solo cayeron en la tanda de penaltis del tercer y definitivo encuentro de las semifinales ante Antequera. Ahí finalizó lo mejor del año para los rojillos, porque unas semanas después los impagos a jugadores por una crisis económica insostenible llevaron a los dirigentes a renunciar a Segunda y comenzar un proyecto desde cero.
En este deporte de fútbol sala, pero en féminas, el Almagro FSF tuvo un 2018 histórico. El equipo almagreño entrenado por Ramón J. Lozano se proclamó por primera vez campeón de su grupo de Segunda División y disputó la eliminatoria de ascenso a Primera ante el Amarelle de la Coruña. La decepción fue total en un abarrotado pabellón de Almagro en el choque de vuelta tras empatar sin goles en Galicia, ya que las rivales se impusieron por 1-4 y dejaron con la miel en los labios a las rojillas. Sin embargo, el Almagro FSF hizo historia y esta temporada lucha por repetir play off y lograr ahora sí la gesta en un grupo de Segunda en el que también compite el Malagón FSF, equipo que en esta año también celebró su ascenso y retorno a esta categoría.