Un equipo de investigadores malagueños, liderado por el pediatra del Hospital Materno Infantil de Málaga y jefe de sección de Gastroenterología infantil, Víctor Manuel Navas, ha llevado a cabo un estudio para evaluar los cambios en los hábitos dietéticos de pacientes con enfermedad de Crohn y su adhesión a largo plazo a la dieta de exclusión para la enfermedad de Crohn después de un año.
Esta enfermedad ha sido considerada un trastorno inflamatorio crónico del intestino. El número de casos ha aumentado en todos los grupos de edad y su impacto en el público infantojuvenil ha sido motivo de atención. Los síntomas más frecuentes han sido el dolor abdominal y la diarrea, pero han afectado al estado físico y emocional de los pacientes, así como a la capacidad para llevar a cabo actividades básicas diarias como ir a la escuela, socializar o practicar deportes.
Así, la sospecha diagnóstica ha sido esencial para instaurar un tratamiento eficaz de forma temprana y minimizar las posibles consecuencias negativas a corto, medio y largo plazo para los pacientes afectados. Y en este sentido, se ha investigado como una línea emergente de tratamiento la modificación de la microbiota intestinal a través de dietas específicas.
El estudio malagueño, publicado en la prestigiosa revista científica ‘Nutrients’, ha incluido a 24 pacientes de entre ocho y 18 años, y ha evaluado los cambios en los hábitos dietéticos de los pacientes pediátricos con enfermedad de Crohn tratados con dieta de exclusión durante un año, la cual se ha basado en la eliminación de ciertos componentes de la dieta que podrían haber tenido un impacto en la microbiota intestinal, la respuesta inflamatoria y la permeabilidad intestinal.
Esta terapia dietética ha demostrado haber sido eficaz para conseguir la remisión de los síntomas tanto en pacientes con enfermedad de Crohn recién diagnosticada como en aquellos que han recaído. Como han explicado, la dieta de exclusión de la enfermedad ha sido una opción para la remisión sostenida a largo plazo, más tolerable y con mayor cumplimiento por parte de los pacientes que algunos de los tratamientos disponibles.
Los resultados del estudio han mostrado una mejora en el patrón dietético de todos los participantes. Se ha observado una reducción en el consumo de alimentos ultraprocesados y una mayor adhesión a la dieta mediterránea. Además, se ha registrado una disminución en el consumo de embutidos, mariscos, pastas, alimentos precocinados, refrescos y pasteles dulces, y un aumento en el consumo de huevos, legumbres, productos lácteos y frutos secos. Asimismo, se ha identificado una mayor adherencia a medio y largo plazo de los distintos alimentos permitidos por la intervención nutricional propuesta en esta investigación.
El investigador del estudio Rafael Martín ha asegurado, en relación a los resultados, que “lo más importante de este trabajo no ha sido que los pacientes hayan podido cambiar su dieta para mejorar su enfermedad, sino que han podido mantener estos hábitos saludables al año de seguimiento. Si hemos conseguido mejorar los hábitos desde el diagnóstico, probablemente hayamos influido en el pronóstico de la enfermedad a largo plazo”.
A su vez, Víctor Manuel Navas ha añadido que “esta dieta ha sido una gran alternativa a largo plazo para el mantenimiento de la remisión de pacientes con enfermedad de Crohn”.
La dietista-nutricionista experta en dieta de exclusión de la enfermedad de Crohn del centro sanitario, Marta Herrador, ha asegurado la importancia de realizar un seguimiento estrecho de la dieta de estos pacientes, en los que se ha demostrado que una intervención dietética guiada por un profesional especializado puede producir cambios en los hábitos dietéticos a largo plazo.
Estos resultados han subrayado, una vez más, la importancia de la dieta mediterránea para la salud, siendo una dieta que ha ayudado al abordaje de la enfermedad de Crohn. Y es que mejorar los hábitos dietéticos ha podido complementar otras estrategias de tratamiento y ha contribuido a un mejor control de los síntomas en pacientes pediátricos con enfermedad de Crohn, lo que ha permitido un desarrollo normal de estos pacientes.