Durante su intervención, Sánchez ha rechazado las palabras de la portavoz de Bildu y ha indicado que la Constitución refrendó la voluntad social del país y la Transición «con sus muchas luces y sus pocas sombras» trajo la mejor etapa del país. Al mismo tiempo, ha reivindicado el papel del PSOE como único partido en activo de los que diseñaron la arquitectura de la Constitución.
Previamente Aizpurúa había arremetido ante el presidente contra el «modelo de la Transición», que ha calificado de «hipoteca», al tiempo que llamó al conjunto de la izquierda a «romper de una vez» con el «régimen del 78», además de reivindicar la República vasca.
En su último turno de palabra, la dirigente de Bildu ha contestado a Sánchez que la Constitución no fue «aceptada» en su «país –Euskal Herria–«, según ha indicado. Hacía referencia así al referéndum de aprobación de la Constitución celebrado en 1978, que en las provincias vascas registró un nivel de abstención superior a la media nacional, aunque recibió más votos favorables que negativos.
Finalmente, Sánchez ha contestado que para él «es un orgullo» la Constitución, el título octavo –que regula el régimen autonómico– y todo lo que se ha «logrado» desde entonces, según ha manifestado.
Democracia de baja intensidad
Por otro lado, Sánchez y Aizpurúa se han enzarzado a cuenta de la calidad democrática de España durante su cara a cara en el debate, y la dirigente vasca ha denunciado que «España como Estado sigue siendo una democracia de escasa calidad» como, a su juicio, se ha podido comprobar estos días tras los audios del excomisario José Manuel Villarejo, que evidencia un «entramado político, mediático, judicial, policial, empresarial, financiero, oligárquico perfectamente engrasado para acabar con la disidencia política».
De esta forma, ha demandado a Sánchez que abandere una «transición real y profunda» que pueda realmente acercar a España a los estándares democráticos del siglo XXI y «romper amarras» con las inercias heredadas de la dictadura.
A este respecto, el jefe del Ejecutivo ha subrayado que España está considerada como una de las 25 democracias más consolidadas del mundo según la revista ‘The Economist’ que además otorga una puntuación similar al de países como Estados Unidos, Italia y Francia.
Así, ha destacado que España obtiene una gran puntuación en el apartado de pluralismo democrático y ha acotado las carencias que señala esta publicación a la renovación del Tribunal Constitucional y el Consejo General del Poder Judicial, de los que ha responsabilizado al PP por su «bloqueo».
Votar para decidir el futuro
Citando el mismo informe, Aizpurúa ha señalado que la última versión de febrero de 2022 viene a decir que España es una democracia «defectuosa» lo que viene a decir, según ha trasladado, que no es «plena» sino «de baja intensidad», según la ha definido.
Así, le ha preguntado a Sánchez si considera que una democracia plena impediría votar de manera «libre» para decidir el futuro propio como ha hecho «Escocia», según ha mencionado, o permitiría la existencia de «aparatos policiales» que fabrican pruebas falsas contra la «disidencia política»
«No, la democracia española no es plena, pero en su mano sí está cambiarlo, iniciar una verdadera transición democrática que rompa con el pasado y genere las condiciones para democratizar el Estado y sus inercias», ha reclamado.
