Según una encuesta publicada este miércoles por el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, en la que se han llevado a cabo 2.505 entrevistas para conocer la opinión sobre personas que viven en instituciones, se desprende que un 81,3% de los considera que “se ha de potenciar que estos colectivos puedan vivir más incluidos en la sociedad y en la vida en comunidad, con los apoyos que sean necesarios en sus domicilios o en viviendas normalizadas”, frente a un 18,7% que piensa que “donde mejor pueden vivir es en instituciones”.
Así, ante la pregunta: ‘¿Qué te parece este concepto de promover que estas personas vivan en entornos no cerrados y puedan vivir en domicilios particulares en la comunidad con los apoyos que sean necesarios?’, el 94% lo considera apropiado.
Además, el estudio revela que existe una aceptación generalizada respecto a la consideración de los centros residenciales como “recursos temporales o transitorios”, pues un 87% de los entrevistados opina que solo se debería recurrir a estas instituciones temporalmente, hasta disponer de un domicilio particular en la comunidad.
En el caso de los niños tutelados, el 83% de los encuestados cree que los domicilios son la mejor opción; en el caso de los mayores, un 82% vota a favor de esta opción; un 75% apuesta también por la vida en domicilios cuando se les pregunta por las personas con discapacidad, y un 71% también es partidario de esta opción cuanto se trata de personas sin hogar.
En este contexto, el informe revela que un 97% de los españoles considera importante cambiar el modelo de apoyos, pero existe escepticismo sobre su aplicación, pues un 39% ve poco o nada probable que se lleve a cabo.
Los resultados de esta encuesta se han dado a conocer este miércoles durante la presentación de la jornada ‘Estrategia estatal de desinstitucionalización para una buena vida en comunidad’.
El acto ha sido inaugurado por la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030 y secretaria general de Podemos, Ione Belarra, quien ha explicado que esta Estrategia tiene como objetivo que España vaya, progresivamente, “abandonando ese modelo residencial que, en el caso de las personas mayores, evidenció todos sus límites durante la pandemia”.
De esta forma, según ha añadido, el propósito es dar lugar a un nuevo modelo de cuidados que permita a todas esas personas “vivir en comunidad, en un hogar y lo más feliz posible”.
Tal y como ha recordado Belarra, “mucha gente” en España “son personas mayores, personas en situación de dependencia, niños y niñas en centros de protección que viven institucionalizados en un centro”.
“Tenemos la constancia de que la mayoría de la gente de nuestro país piensa que lo mejor sería que todas estas personas tuvieran alternativas para vivir en un hogar, para vivir en sus barrios, para vivir con una familia en el caso de los niños y las niñas en acogimiento familiar y para eso es esta Estrategia”, ha reiterado.
Posteriormente, durante el acto, Belarra ha defendido que este cambio supone “un reto apasionante” ya que, como ha argumentado, se trata de “un camino que va a llevar a miles de ciudadanos a una vida mejor, más cerca de sus deseos y de su voluntad”, además de defender “el cambio cultural” que está promoviendo esta Estrategia.
“Estamos en una crisis de cuidados en este país que se hizo evidente durante la pandemia”, ha lamentado la ministra, al tiempo que ha puesto en valor la partida destinada a Dependencia, así como el Plan de Garantía Infantil, que “ha recibido el aplauso internacional” o el trabajo llevado a cabo para “mejorar la calidad de las residencias para que sean lo más parecido a un hogar”.
El Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 quiere cambiar los servicios de apoyo
El Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 subraya que tiene entre sus objetivos la transformación de los servicios de apoyo y cuidados dirigidas a las personas que más lo necesitan para garantizar que todas las personas puedan vivir donde ellas elijan.
Actualmente, muchos de estos servicios dirigidos a personas con más necesidades de apoyo se prestan en grandes instituciones y precisamente el objetivo de la futura Estrategia es tratar de promover servicios que permitan a las personas vivir con independencia y autonomía en su entorno familiar, social y comunitario.
Por ello, Belarra ha insistido en la importancia de esta estrategia para que “los ciudadanos tengan mayor control sobre sus vidas”, además de impulsar “un debate de país sobre los cuidados, con todos los actores implicados”, sin olvidar combatir contra la desigualdad de género y de clase existente en torno a esta problemática.
“Durante décadas han sido las mujeres las que han cargado con las tareas de cuidados y muchas han dejado de cuidar a sus hijos y progenitores al otro lado del océano para cuidar a los nuestros”, ha lamentado.