Belén Rodríguez
Daimiel
El Guadiana mantiene el misterio. Sólo un río enigmático que aparece (en las Lagunas de Ruidera) para desaparecer bajo la tierra y volver a resurgir en Villarrubia de los Ojos hasta adentrarse en Daimiel y encharcar las Tablas, podría descolgarse con algo tan insólito como que en uno de los inviernos más secos de la historia se estén produciendo afloramientos de agua del subsuelo en el cauce seco del río entre ambas localidades.
“Esa es la noticia. Que haya agua en esta zona, algo que no pasaba desde finales de los años setenta, cuando se secaron los de toda la vida”, dice al pie de unos los ‘ojillos’ de Zuacorta Gregorio Díaz del Campo, concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Daimiel.
A los “charcos” del Molino de Zuacorta que no paran de crecer , misterio, desde finales de enero y eso que apenas han caído unos metros de lluvia en la zona, se suman ahora dos más en el paraje de El Rincón a tan sólo dos kilómetros de los históricos que permanecen secos pero ya no tanto: el agua está a poco más de nueve metros, la mejor medición en treinta años. “Estos de El Rincón son los afloramientos más cercanos a los ojos, pero no son los ojos”, insiste el concejal que no oculta el optimismo por la sorprendente recuperación del acuífero 23, sobreexplotado desde los ochenta tras décadas de extracción de agua sin control.
¿Volverá a brotar agua de los Ojos del Guadiana?, Díaz del Campo que este martes mostró el prodigio sobre el que la gente no para de preguntar es realista, “tendrían que venir uno o dos años tan buenos como el de 2010 para eso”.
Pero a Daimiel, un municipio acostumbrado a las malas noticias por los problemas del parque nacional de las Tablas que ardían literalmente en agosto de 2009 nadie le puede quitar este momento. “El parque tiene 1.300 hectáreas encharcadas de las 1.500 posibles. La primavera va a ser fabulosa para la nidificación de las aves, hacía décadas que no disfrutábamos de algo así y muchos creían que incluso era imposible”.
Además de constatar que el agua sigue subiendo en el Molino de Zuacorta en El Rincón ya se ve agua en uno de los hundimientos del terreno, “y no estaba en invierno”, dice el edil.