En pleno siglo XXI es obligatorio que la política promueva oportunidades para que las mujeres del medio rural puedan desarrollarse personal y profesionalmente. Sobre todo, para garantizar el futuro del territorio. “Los pueblos no se pueden masculinizar”, asegura la consejera de Igualdad de Castilla-La Mancha, quien reivindica la diversidad de perfiles.
“No puede hacer un retrato permanente y constante de lo que es una mujer rural”, defiende porque, como en los núcleos urbanos, son numerosos los prototipos y muchos los talentos: “hay quienes se dedican al campo, otras son amas de casa, o maestras, ingenieras, autónomas o políticas como yo”.
Es una diversidad “enorme” que, en su opinión, “hay que poner permanentemente en valor, por la “fuerza y energía que representan y que tenemos que saber aprovechar”.
Precisamente, destaca la consejera, la Ley del Estatuto de las Mujeres Rurales de Castilla La Mancha (en vigor desde 2019) “pone énfasis en eso”, es decir, en apoyar el emprendimiento, la lucha contra la brecha salarial y contra las altas tasas de desempleo femenino, y el impulso de medidas para la conciliación y la dotación de más servicios a los pequeños pueblos.
De lo contrario, las mujeres seguirán siendo penalizadas porque “son las que nos hacemos cargo de los cuidados y de la dependencia”.
Fernández destaca algunos hitos alcanzados con esta normativa como el aumento de las cuotas de representación y dirección femeninas en los órganos cooperativos y de la industria agroalimentaria, “fue lo más sonado”, además del posicionamiento de las bases de “por dónde deben ir las políticas de la Junta de Comunidades”.
Quien es madre de dos hijos adolescentes, de 12 y 14, celebra otros hitos como la incorporación al campo de más de 1.300 mujeres en el territorio autonómico desde que gobierna García-Page, con un índice que se ha más que duplicado, al pasar del 16% al 36%. Es un avance, subraya Fernández, en la línea con la reducción del desempleo femenino en 14 puntos, aunque “todavía queda mucho por hacer porque es muy superior al masculino”.
La también Portavoz del Gobierno castellano-manchego respalda, en la misma línea, las cifras de mujeres acogidas a la figura legal de la titularidad compartida en la región, con 247, segunda tras Castilla y León, que tiene 461. A nivel provincial, Ciudad Real lidera las altas en la comunidad, con 69, y es la segunda a nivel nacional, tras León, con 165. Son cifras esperanzadoras que han empezado a escribir la propia historia de la mujer rural. “No hay color con las que teníamos hace unos años, que apenas eran testimoniales”, opina Fernández.
Transversal
Por ello, coincidiendo con la celebración del Día de la Mujer Rural, la consejera de Igualdad presume de la certeza, “ya no queda ninguna duda”, de que la perspectiva de género está imbricada en el conjunto de las áreas y políticas de la comunidad. “Todas las consejerías, desde Fomento a Sanidad, tenemos meridianamente claro que en cuestión de igualdad estamos interpeladas”, sostiene.
Los grandes retos son la despoblación y la digitalización, la primera ‘tratada’ con una gran estrategia aprobada hace 10 meses, y la segunda será combatida con diferentes medidas, como las de la Consejería de Economía, para favorecer la formación en este ámbito en el medio rural. Son acciones “muy potentes”, dirigidas a diferentes colectivos como las mujeres, y “serán miles” la que podrán reducir la brecha digital.
Premiadas
La celebración del 15 de octubre tendrá su máxima representación institucional en Porzuna, donde se celebrará una feria de mujeres emprendedoras, y la Junta reconocerá la diversidad de perfiles femeninos de los que habla Fernández con cinco premios a otras tantas mujeres, una por provincia.
Serán una arqueóloga y restauradora de Albacete; una experta en nanotecnología y catedrática de la Universidad de Castilla-La Mancha que trabaja en la Escuela de Ingeniería Minera e Industrial de Almadén, una maestra de inglés y presidenta de la Asociación para la Promoción y Desarrollo Serrano-PRODESE-CEDER Serranía de Cuenca; una emprendedora del medio rural en Hiendelaencina, Guadalajara; y una maestra quesera tradicional de Herreruela de Oropesa (Toledo)
“Son mujeres de distintos perfiles culturales y de acción”, subraya Fernández, que habla de la necesidad de “tener referentes en el medio rural”. La consejera insiste en valorar el talento femenino de estos núcleos, para visibilizarlo y que sirva de modelo “a otras mujeres”.
¿Y en su caso? ¿Blanca Fernández ha recibido muestras de ser ejemplo de empoderamiento para las más jóvenes y de anhelo perdido para las más mayores?
Ha sido un tránsito “nada fácil” porque se trata de “una carrera profesional muy exigente” en la que “tienes que luchar con muchas barreras mentales propias, como la culpabilidad, y el cuestionamiento permanente de si eres buena madre y buena hija”.
Lo sobrelleva de manera solvente por su propia familia, su marido principalmente, y por la satisfacción interna de haber contribuido a poner las bases desde su partido, el PSOE, de “apostar por las mujeres” en la provincia.
Como dirigente de la cúpula socialista desde hace años aplaude que sea un territorio “donde más alcaldesas hay, la mayoría socialistas, y en algunas de las ciudades más importantes”.
Igualmente, ha recibido las alabanzas de mujeres mayores, que han lamentado haber vivido unos tiempos más oscuros, sin haber podido desarrollarse en ningún aspecto, y de otras jóvenes, que se miran en ella como espejo y aumentan su asertividad a la hora de pensar que pueden abordar proyectos en “cualquier ámbito laboral”.