“Y volverá el hombre” es el último poemario del valdepeñeros, que en su presentación estuvo acompañado por el concejal de Cultura bolañego, Felipe López, quien señaló su convencimiento de que Juan Camacho posee el don de “expresar emociones, sentimientos y de transmitir sensaciones a través de la palabra”. Destacando el esfuerzo que supone escribir un libro, dificultad añadida si, además, “hay que hacerlo con musicalidad, con un ritmo, con una rima, haciendo poesía, que finalmente van a sumergir al lector en el corazón y en los sentimientos de quien los ha escrito”.
López se deshizo también en elogios al hablar del poemario “Y volverá el hombre”, del que dijo haber disfrutado con su lectura .
Con su característico acento, Juan Camacho daba la bienvenida al numeroso público que abarrotaba por completo los salones del Hogar del Jubilado, agradeciendo al Ayuntamiento de Bolaños el apoyo recibido, señalando en sus agradecimientos “tanto a Dña. Angelines como a D. Florencio la información prestada para llevar a cabo la presentación de este poemario en el día de hoy”.
“Y volverá el hombre”
El último poemario de Camacho comenzó a dar sus primeros pasos en los albores del año 2010 y hasta el día de su publicación ha estado formándose para presentarse al público como un poemario sólido, consciente del valor intrínseco que le corresponde a cada una de las palabras que residen en cada verso.
Según su propio autor, “es un poemario atrevido y consciente de tener identidad propia, conseguida ésta a través de luchas sempiternas ante algunos de sus vocablos. Pareciera que las palabras cobraran vida bailando entre versos. Todo esto que les cuento obedece, claro está, a la magia que tiene el poder de la creación”.
En el poemario, dijo, “habita un hombre extraordinariamente emblemático y representativo de nuestra cultura. Es un hombre que, simplemente, vuelve al presente desde la experiencia y el sufrimiento que lo hizo tremendamente grande y universal”.
Con un lenguaje transparente, coloquial y nada tecnicista “Y volverá el hombre” intentará seducir a propios y extraños, pero desde la palabra utilizada como una herramienta universal que nos condiciona según las vicisitudes que hallemos en nuestro particular sendero hacia nuestro común destino.
Camacho finalizó diciendo que “nos encontramos con dos temas muy recurrentes por universales en la poesía: la vida y la muerte se entregan solidariamente, en esta ocasión, desde el anonimato a una cascada de interrogantes que la imaginación, por medio de la palabra, saca a escena y que hasta hoy nadie ha podido responder… Ni creo que nadie lo haga en el futuro”.