Una derrota histórica trascendental, en la que Alfonso VIII “se precipitó” y por lo que tuvo que huir tomando ‘las de Villadiego’, se escenificó este domingo en la explanada junto a la ermita de Alarcos por unos 75 recreadores.
La propuesta, organizada por la Asociación de Recreación Histórica ‘Batalla de Alarcos’ con el apoyo del Ayuntamiento, fue una demostración de un episodio de la historia del país clave para luego la victoria, diecisiete años después, de las tropas cristianas en las Navas de Tolosa. Una veintena de integrantes de la asociación ciudarrealeña participaron como cristianos en la recreación, en la que la asociación Conca de Cuenca, con la asistencia de diecisiete miembros, interpretó la corte de Alfonso VIII. No faltaron la reina Leonor, abanderados, damas de la corte, caballeros escoltas y nobles consejeros. También Algimiro Sáiz, de Conca, encarnó al emir Al-Mansour que logró la rendición del castillo y envió a López de Haro a ejecutar el pago del rescate por los rehenes.
También participaron en la recreación, como arqueros andalusíes, una decena de miembros de los madrileños Mercenarios del Tiempo que, con el logotipo del dios vikingo Ullr, están especializados en revivir escenas de diversas épocas, sobre todo del siglo IX al XIII.
Además, asistieron al encuentro unos 25 manzanareños ‘Arqueros de Calatrava’, los toledanos de Signum Temporis y los valdepeñeros Razzias de Castilla, se presenciaron las danzas orientales de Safiya Aisha, se ordenaron a niños y niñas como caballeros y doncellas al servicio de la Corona de Castilla y se impartió una charla sobre la vestimenta utilizada en la recreación histórica tanto cristiana como musulmana.
Un buen número de ciudarrealeños acudieron a ver la recreación de la batalla en Alarcos, a cuyo cerro se estima que subieron por la tarde de este domingo unas 5.000 personas, según Protección Civil, que tuvo que atender precisamente a uno de los recreacionistas ataviado de musulmán por un corte en un dedo con una espada y que fue trasladado al hospital por si era necesario que le pusieran puntos de sutura.
Al anochecer refrescó en Alarcos, la charanga carrionera Los Que Nunca Fallan animaron el encuentro y se celebró el Concurso de Limoná organizado por la Federación de Peñas que ganó la Asociación de Dulcineas y Damas, seguida por la Peña El Botellín y la Hermandad de la Esperanza. En cuarta posición quedó El Cangilón, el quinto puesto fue para El Pilar, el sexto para Big Bang, el séptimo Rubén, octavo la Asociación de Coros y Danzas María José Melero, noveno Los que Faltaban, décimo los Coros y Danzas Nuestra Señora del Prado y undécimo El Dinosaurio.
Queso, salchichón, un estuche de dos botellas de vino y trofeo se llevaron y la Federación de Peñas también premió por cuatro años de intenso trabajo a la concejal de Fiestas Populares, Manuela Nieto.
Al caer la medianoche, la Federación de Peñas convidó con chocolate con churros y durante toda la noche, la ermita está abierta con fieles que velan por devoción y promesas.