La concejala de Sostenibilidad y Agenda 2030 en Ciudad Real, Mariana Boadella, ha explicado que a día de hoy el servicio de Limpieza Viaria dependiente de la Concejalía de Sostenibilidad ha recogido 650 metros cúbicos de la hoja que cayó en Ciudad Real tras el paso de la tormenta de pedrisco en la tarde del pasado 11 de agosto y que dejó bolas de granizo de entre 4 y 7 centímetros de grosor.
Esta cantidad equivaldría a unos 220 contenedores de obra llenos y que corresponden a las hojas que cayeron de los árboles que hay plantados en la capital manchega. La concejala explica Ciudad Real “tiene 10.000 ejemplares en arbolado viario y 20.000 árboles en todos sus parques. Esta circunstancia supone algo extraordinario ante las altas temperaturas veraniegas de Ciudad Real, ya que sin tanto árbol, no se podría vivir en la ciudad. El problema llega cuando suceden fenómenos meteorológicos adversos como los del pasado 11 de agosto, pues en ese caso se produce la caída de muchísimas hojas en diferentes calles”.
Boadella ha indicado a este digital que según las estimaciones que manejan desde su Concejalía, el servicio de Parques y Jardines puede haber retirado, por su parte, otros 200 metros cúbicos de hojas, con lo que la cifra total podría situarse entre los 900 y los 1.000 metros cúbicos aproximadamente.
Durante el día de ayer se recogieron las hojas caídas que había por la zona de Los Rosales, el barrio de los Ángeles, el Hospital General Universitario, la zona del Quijote Arena y el Polígono Industrial Larache. Se trata “prácticamente de la última zona que queda por recoger, por lo que puede decirse que las labores de limpieza de hojas efectuadas en Ciudad Real ya se están rematando”.
En los cerca de diez días en los que se llevan realizando estas tareas se están utilizando cinco máquinas barredoras municipales, así como personal de a pie del Ayuntamiento de Ciudad Real, el cual se ha visto reforzado para las labores de limpieza y recogida de la hoja con 20 personas más procedentes del Plan de Empleo que había en otras concejalías y que “puntualmente durante esta semana se han movilizado al servicio de Limpieza viaria”. Así, el trabajo consiste en un “barrido mixto”, formado por “equipos compuestos por un mínimo de tres personas y en los que intervienen una barredora, personas con máquinas sopladoras de hojas para poder sacar las que se quedan debajo de los vehículos, y el personal de a pie que va barriendo lo más fino”.
Reacción y actuación inmediata
Desde la misma tarde en la que cayó la gran granizada en Ciudad Real “se movilizó a la gente”, señala Boadella, quién aclara que “el primer trabajo realizado desde el servicio de Limpieza viaria del Ayuntamiento y desde Aquona fue el de liberar los imbornales, pues cuando cae una tormenta así, con tal cantidad de hoja, el peligro que puede suceder es que se saturen los imbornales. En ese caso, si luego volviese a llover, se podrían producir inundaciones”.
Asimismo, la concejala de Sostenibilidad también indica que una vez que se analizó la situación “lo primero que se hizo fue priorizar” y “se priorizó en las zonas en las que confluye y hay un mayor paso de gente, sobre todo para limpiar los acerados, por el peligro que ello conlleva”. Por este motivo recalca que “las calles más concurridas fueron las primeras en las que se actuó para posteriormente ir a los barrios de la capital, actuándose de oeste a este. Tuvimos que realizar una planificación porque, por ejemplo, el día anterior a la recogida de las hojas hay que llevar los contenedores hasta el lugar en el que se va a trabajar”.