El Sindicato de Trabajadores y Trabajadoras de la Enseñanza de Castilla-La Mancha (STE-CLM) ha criticado que los recortes en la educación pública de la región “se sigan manteniendo” y que las mejoras sean “leves y pequeñas”.
“Hoy se fija un punto de inflexión en este sentido y volvemos a retroceder al aplicarse las instrucciones de modificación de plantillas con la misma previsión de horario lectivo para el próximo curso pero con un retroceso en cuanto a ratios se refiere”, lamenta STE.
Dichas instrucciones, según el sindicato, incumplen la disposición adicional vigésimo primera de la Ley 1/2016, que establece que para el curso 2019/20 las ratios serán en Educación Primaria (25), en la ESO (30) y en Bachillerato (32).
Ajustar plantillas
Además, asegura que “no hay intención de ajustar las plantillas de enseñanzas medias a 18 periodos lectivos. De los 25 de Primaria, ya ni se mencionan” y “no incluyen los criterios de bloqueos de plazas para evitar suspicacias”.
A su juicio, estas instrucciones “no mejoran la plantilla orgánica de infantil al no recuperar los apoyos de infantil en todos los centros educativos. De hecho, en el cómputo regional se pierden 23 puestos de trabajo de la plantilla orgánica”. Además, “se empeora la plantilla de maestros, especialmente en las zonas rurales”.
Escuela rural
Igualmente, el sindicato considera que las instrucciones no recogen ni una medida para mejorar la escuela rural, y mantener las ratios por encima de lo que marca la LOE hace que en las capitales no se cree plantilla orgánica. Además, dice, se van a hacer muchos cambios de perfil a bilingüe, sobre todo en Guadalajara, volviendo a utilizarse el bilingüismo como elementos desvertebrador de los centros y las plantillas.
En Secundaria, continúa el sindicato, se mantiene la misma configuración del año pasado, así que “los nuevos funcionarios de carrera deberán esperar a las jubilaciones o resultas”.
En este cuerpo, la diferencia entre profesorado en plantilla orgánica y en cupo es “excesiva”, lo que lleva al sindicato a afirmar que las instrucciones están “mal hechas”, “como así reconocen los inspectores que las aplican”.
Finalmente, STE lamenta que las decisiones en materia de educación no se tomen en la Consejería competente, sino en la Consejería de Hacienda.