Ahorrar en el consumo de agua y energía utilizadas en el riego agrícola es el objetivo del sistema DL-150, un método creado por la empresa valdepeñera DOLE Agua y Control, que monitoriza por internet los datos sobre humedad del suelo y temperatura ambiente captados por sensores, con el fin de que los usuarios puedan consultar las gráficas y controlar las aportaciones hídricas en sus cultivos desde el teléfono móvil, la tablet o el ordenador personal.
Su impulsor, José Jesús Aguilar, explica que el sistema se centra en la automatización del consumo de agua, para hacer eficiente el riego en función “de las condiciones climatológicas y del momento del ciclo fenológico” de la explotación, una relación que “parece sencilla”, pero que “muchos clientes no tienen muy interiorizado”.
¿Pero qué es el Sistema DL-150? Se trata de punto básico de control compuesto, explica Aguilar, por una sonda (Aquacheck) de suelo, que mide la humedad volumétrica y la temperatura a distintas profundidades, además de un sensor de humedad relativa ambiente y otro de temperatura ambiente.
La información que aporta es registrada por una plataforma energéticamente autónoma y la transmite por internet a la página de la empresa en forma de gráficos. En base a los datos, los expertos de DOLE diseñan una metodología de riego adaptada a cada explotación, explica el ingeniero industrial, con el fin de que los agricultores puedan aplicar las pautas agronómicas de la manera más óptima.
“Usamos la tecnología para tener información de una forma sencilla y para poder tomar decisiones sobre estrategias de riego”, con el fin de “maximizar la producción con la dotación de agua asignada”. También cuentan con unas estaciones que permiten la apertura y cierre de electroválvulas para la comprobación del caudal de agua en función del aumento o la bajada de la presión.
Aguilar incide en los beneficios del sistema DOLE a la hora de “rentabilizar y optimizar” la dotación de agua permitida en los cultivos, que “no cubre las necesidades máximas”, como es el caso de la viña, con una concesión de 1.500 metros cúbicos por hectárea al año, frente a necesidades reales de 2.500 m3/ha.
Con todo, el sistema implantado “está en constante evolución”, apunta su promotor, ya que empezó con unos puntos de monitorización y control de humedad en suelo a una profundidad determinada, y tras el posterior desarrollo monitorizan la humedad, temperatura, humedad relativa, temperatura ambiente, caudal, y presión.
DOLE Agua y Control da servicio a unos 150 productores, entre los que tienen instalado el sistema y los que reciben asesoramiento de riego.