Cristo de la Vega es una cooperativa con unos vinos que poseen unas características comunes: alta calidad, precios razonables, y estabilidad entre una cosecha y otra. Vinos que transmiten elegancia, modernidad, complejidad, suavidad y equilibrio, y que a día de hoy pueden degustarse en diferentes partes del mundo y que resultan ideales para probarse durante las próximas fechas navideñas.
La presidenta de Cristo de la Vega, María José Moreno, asegura que la Cooperativa y sus casi 800 socios afrontan el futuro “con muchas ganas” y con nuevos productos, entre los que se incluye la línea de vinos ecológicos, bajo el nombre de ‘La vida Bohemia’, y también con el nuevo Yugo Barrica, unos elaborados que ya fueron presentados durante la pasada edición de Fenavin.
Uno de los objetivos principales que tiene la Cooperativa de Socuéllamos es ampliar sus compradores internacionales. Actualmente, exporta a Alemania, Italia, EEUU, República Dominicana e Inglaterra, entre otras. Pero Cristo de la Vega también tiene una importante presencia dentro del mercado nacional, llegando prácticamente a todos los rincones del país.
Cambio de percepción sobre el vino
La presidenta reconoce que “aunque queda mucho trabajo por hacer”, el consumo del vino ha cambiado entre los consumidores. “En España tenemos que acostumbrarnos a valorar lo nuestro, porque solemos darle más importancia y publicidad a otros vinos que no son de la tierra”, apunta. “Nuestros vinos no tienen nada que envidiar a los de otras denominaciones”, indica Moreno, quien añade que desde Cristo de la Vega cada vez dan más importancia al consumidor joven: “Estamos apostando por esa línea, pues cada vez son más los jóvenes que consumen vino”, motivo por el cual “nuestros vinos ecológicos poseen una imagen más divertida y juvenil con el fin de atraer a este sector de la población que son los futuros consumidores”.
La nueva añada de los vinos de la Cooperativa, correspondiente a 2022, ya se puede consumir desde esta misma semana.