La Máscara Guarrona 2018 ya ejerce como tal en el carnaval daimieleño. Andrés Molina Sánchez de Pablo recogió de manos de Juan Ángel García Muñoz el relevo, que lo convertió en el “gran faraón del carnaval”. Un apelativo que se ganó gracias a su disfraz de rey egipcio elegido para la ocasión subido en un trono que portaron a hombros cuatro esclavos. Ya en el centro del escenario recibió la sorpresa de su asociación y peña carnavalera: Los Amigos del Arte. Ellos desplegaron una performance con baile e interpretación metiéndose en el papel de la gran civilización egipcia.
Pero las sorpresas no terminaron ahí, ya que tres de los cuatro presidentes que han pasado por los Los Amigos del Arte como son Jesús Loro, Luis Miguel Astilleros y Ana Expósito, le dedicaron unas bonitas palabras, en la que reconocieron su implicación durante más de 34 años con esta asociación y como artífice de muchas de las grandes carrozas que han lucido carnaval tras carnaval.
Era el turno para que Andrés, protagonista de la noche, quien se dirigió al numeroso público allí presente, tras recibir también el medallón que lo distingue como Máscara Guarrona por el alcalde de Daimiel, Leopoldo Sierra, además de un cuadro con diferentes imágenes destacadas de su implicación con el Carnaval que tomó de manos del concejal de Festejos, Román Ortega.
Molina, más conocido como ‘El chino’, expresó su deseo y ganas de pasarlo “genial” en estos carnavales. Un reconocimiento que agradecía al Ayuntamiento, a su mujer e hijos por el apoyo recibido, y por supuesto, a su familia carnavalera’. Precisamente, recordó algunas anécdotas muy cómicas como creador de carroza; como su primera construcción, un elefante que no lo parecía.
‘El chino’ también recordó que el carnaval sirve para unir y olvidarse de todo mal, e hizo un agradecimiento especial, no sólo a su asociación, sino a todas las demás asociaciones sin distinción, para las que dijo estar a disposición de todas ellas en todo momento, y de esa manera “hacer que el carnaval siga siendo un referente en toda Castilla-La Mancha”.
Al grito de “¡Viva el carnaval, viva la bulla y el cachondeo, viva Daimiel!”, Andrés Molina finalizó su discurso, para dar paso al alcalde de la localidad, Leopoldo Sierra dentro de un escenario envuelto por las agrupaciones participantes y máscaras precedentes. Leopoldo Sierra quiso aprovechar la velada, para recordar que “desde el Ayuntamiento, se encargan de ofrecer un carnaval al gusto de todos, para niños, adultos, con bailes, desfiles, monólogos y chirigotas”.
El primer edil también quiso expresar “sus mejores deseos para la máscara guarrona saliente, y felicitar al nuevo portador de ese bastón, merecedor sin lugar a dudas de esa distinción”. Finalmente, recordó a todo el público, que aprovechen estas fiestas “para disfrutar y participar activamente, cargarse de energías positivas, y aprender a reírnos de todo y de todos”.
La proclamación finalizó con una fotografía de familia junto al resto de máscaras guarronas. Curiosamente, la mayor parte de ellas, ataviadas como chinos y con temática oriental para ofrecerle un bonito homenaje “muy carnavalero”.
Las chirigotas ofrecieron su particular crónica de la actualidad política
Pero la noche no había hecho más que empezar, porque tras la proclamación de Andrés Molina dio comienzo la 27 Exhibición de Chirigotas. Al escenario se subieron cuatro agrupaciones, tres de ellas locales que, entre pasodobles, cuplés y popurrís dieron buena cuenta de la crónica social y política nacional y, por supuesto, local. Algunas de esas sátiras con la mirada puesta en la rotonda de la Cruz Roja o en algunos momentos de la actividad municipal.
Las primeras en abrir la muestra fueron la chirigota femenina ‘Hasta que el cuerpo aguante’. Once componentes que disfrazadas de novias terminaron de cantar y se dieron a la fuga. Entre sus letras no faltó la crítica a temas locales como la última Cabalgata de Reyes, donde reclamaban más caramelos al Ayuntamiento.
Tras ellas, llegó la asociación carnavalera ‘El culo de la Manola’, y haciendo honor a su nombre y con motivo del 25 aniversario de esta formación salieron al escenario como “Manolas”, la diosa de la fortuna que preside El Parterre y que da nombre al grupo. Originalidad en sus letras, que mayormente versaron sobre la temática y la petición de que esta fuente se vuelva a pintar de blanco, entre otros bonitos gestos, como la dedicatoria a varios de sus miembros, familiares y amigos que pasan por momentos delicados de salud.
En tercer lugar, la chirigota ‘El chin-chón’ que ya cumplen 24 carnavales y que en esta ocasión dieron rienda suelta a la temática ‘Qué Genio tienen’, disfrazados de científicos locos. Ecuaciones, fórmulas y calculadora-pito en mano para hablar de Cataluña y Puigdemont en lo nacional, y un repaso de los concejales en lo local, aspectos que sirvieron para caricaturizar la vida social arrancando sonrisas al respetable.
Pusieron el broche final el grupo invitado ‘El viaje de mi vida’, comparsa llegada desde Puertollano, que representaron la dureza de aquellos africanos que luchan por un futuro mejor. Una agrupación mixta donde las letras tomaron un cariz más social y solidario.
Un año más, el carnaval de Daimiel dio su pistoletazo de salida con una noche cargada de buen ambiente. El carnaval continúa el sábado con el desfile de carrozas y comparsas que dará comienzo a las 16.30 horas y el baile tematizado en el pabellón ferial
