Ecologistas en Acción vuelve a cargar en un comunicado con el proyecto minero de explotar una mina de wolframio en el paraje El Moto de Abenójar. “Se podría poner en juego la salud público y el medio ambiente en caso de accidente”, aseguran en un comunicado.
La organización conservacionista se refiere a un estudio del Instituto Estudios de la Tierra que ha hecho una descripción de la hidrología de la zona. Ese informe según EA “indica que no hay acuíferos pues el terreno es impermeable, olvidando la capacidad de retención de agua por fracturación y la conexión del ciclo de aguas subterráneas con superficiales, en una zona tan cercana a dos arroyos”.
También consideran que no definen la presencia de pozos afectables, ni por tanto los riesgos en ellos. “Es llamativo que en la fase de explotación, el derivado del consumo de agua, es debido a la posible contaminación de los cauces y aguas subterráneas por sustancias como el arsénico o el mercurio, si no se toman las medidas preventivas y correctoras adecuadas o por accidentes”.
Aguas con mercurio
Afirman que las aguas residuales que se generan contienen metales como mercurio, al que son especialmente sensibles los niños y mujeres embarazadas causando daños al feto en el desarrollo del cerebro, bajo peso al nacer, desórdenes sensoriales, afecciones neurológicas y afectando al desarrollo óseo.
“El arsénico, otro tóxico que se generará, nos afectará a través del consumo de agua contaminada pudiéndonos causar intoxicación crónica. Efectos característicos son la aparición de lesiones cutáneas y cáncer de piel, síntomas digestivos y neurológicos, hipertensión arterial y diabetes”.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud el mercurio cambia su composición química al contacto con las bacterias del ambiente y se convierte en metilmercurio, el cual es la forma más tóxica de este metal y es fácilmente absorbido por los peces.
El proyecto de abrir una mina de wolframio en Abenójar, que promueve la empresa Mining Hill’s con socios de la provincia vinculados a la ingeniería minera, ya cuenta con el visto bueno ambiental de la Junta de Castilla-La Mancha y en septiembre del año pasado se firmó el acta de urgente ocupación, aunque existe un pleito con los propietarios del terreno que se niegan a ser expropiados.