El observatorio meteorológico de la Agencia Estatal de Meteorología de Ciudad Real, el principal centro de datos para medir el tiempo y el clima de la provincia desde hace siglo y medio, queda reducido a una estación automática más, como las que existen en los pueblos.
Sin personal que interprete y convalide las observaciones, tras la jubilación simultánea de los tres últimos observadores, Pascual Durán, Eduardo Portero y Enrique Luengo, que pasan a “colaboradores especiales” (lo ha confirmado la Agencia Estatal de Meteorología en Castilla-La Mancha en su cuenta de Twitter), el observatorio se queda sin personal, aunque no se sabe si de forma circunstanciasl o definitiva.
De las tres jubilaciones de esta semana, solo se cubrirá por ahora la plaza de meteorólogo del aeropuerto, que la desempeñará un trabajador interino los próximos seis meses. Y todo en pleno boom de interés ciudadano por la meteorología y la crisis climática.
Una decisión personal que la Aemet conocía
Eduardo Portero, hasta el viernes jefe del observatorio de Ciudad Real, explica que la decisión de jubilarse, en su caso a los 60 años (los otros dos observadores tienen 61 y 62 años), es personal, en un momento en el que los tres podían hacerlo por años de servicio, en condiciones más ventajosas que cuando se produzca la reforma de las pensiones. A los responsables de la Aemet se lo comunicaron hace seis meses.
La Aemet cierra etapa en Ciudad Real
La Agencia Estatal de Meteorología cierra así una etapa en Ciudad Real en la que ha llegado a tener seis observadores en un observatorio que seguirá enviando datos bajo supervisión de los servicios básicos de la Aemet, pero ya sin personal que lo atienda, excepto alguna colaboración esporádica de Portero y Durán, que se quedan como colaboradores especiales para situaciones puntuales.
El cierre del observatorio meteorológico en Ciudad Real, un servicio muy popular en la capital, ha generado toda una oleada de solidaridad y agradecimiento al personal que lo ha atendido en las últimas dos décadas. Portero agradece el apoyo mediático y las muestras de cariño, “nosotros vamos a intentar hacer lo imposible, aunque sea como colaboradores, para que el observatorio siga funcionando”.
En la red estatal desde 1866
La historia del observatorio de Ciudad Real está ligada a la de la misma Agencia Estatal de Meteorología. La observación meteorológica, muy básica, se profesionaliza por así decirlo en España a partir del año 1866 cuando por decreto de la reina Isabel II se crean 22 estaciones meteorológicas. Hasta entonces sólo existían en el Retiro en Madrid y en San Fernando (Cádiz), aparte de algunos colaboradores en monasterios dispersos por la geografía española.
Hoy en día la predicción meteorológica se ‘cocina’ con los datos de los observatorios de cada provincia, aparte de los registros que toman las estaciones automáticas y los informes periódicos de la red de colaboradores (291 solo en Castilla-La Mancha, 75 en Ciudad Real). Toda esa información se introduce en el potente ordenador central de la Aemet, “de los de mayor capacidad del mundo”, comenta Portero, que prevé situaciones según unos complejos métodos de cálculo. “Los meteorólogos lo que hacen es interpretar esas probabilidades, su experiencia y pericia son la clave para afinar con los pronósticos”.
5 observatorios y dos oficinas meteorológicas
En Castilla la Mancha además de los cinco observatorios de las capitales de provincia más el de Molina de Aragón existen oficinas meteorológicas en el aeropuerto de Ciudad Real y en las bases aéreas de Almagro y Albacete.
A toda la red humana hay que sumar los modernos satélites que ‘radiografían’ la atmósfera desde ángulos imposibles, sofisticados métodos para auscultar la alta atmósfera, complejos modelos numéricos de cálculo y potentes ordenadores. Todo ello, junto a estudios del cambio climático posibilita conocer más y mejor el comportamiento del clima en la Tierra.
Los observatorios están integrados dentro de la Agencia Estatal de Meteorología que a su vez pertenece a la Organización Meteorológica Mundial que establece cómo se deben hacer las observaciones y en qué momento se deben hacer.