La contratación temporal se ha reducido en Castilla-La Mancha un 21,3% en este 2020, una caída ocho puntos porcentuales menor que la media nacional, situada en el 29,3%, siendo el segundo descenso menos acusado del país, solo por detrás de la Región de Murcia (-20,4%). En concreto, se han firmado 696.847 contratos de duración determinada en la comunidad, 189.134 menos que en 2019, cuando tuvieron lugar 885.981 firmas.
Así lo recoge un estudio de Randstad, con datos procedentes del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), que señala que el volumen de contratación registrado en Castilla-La Mancha supone el 4,8% del total del país.
A nivel provincial, Ciudad Real, con un 23,6% de caída y 164.125 contratos ha sido la segunda con una mayor reducción, tras Albacete (156.128), con un 25,3% menos.
Guadalajara ha sido la que ha registrado la menor caída en la contratación temporal (-11,1%), con 120.046 contratos, seguida por Cuenca (-19,2%), con (71.980 contratos, y Toledo (-22,5%), con 184.568 contratos de duración determinada.
En el conjunto del país, la contratación temporal se redujo un 29,3% durante 2020. En términos absolutos, durante el pasado año se firmaron cerca de 14.400.000 contratos temporales, frente a los alrededor de 20.350.000 que se rubricaron en 2019, una diferencia de seis millones de firmas aproximadamente.
A nivel sectorial, la agricultura registró la caída más moderada de toda la economía nacional en contratación temporal del último año, con un descenso del 8,2%. A continuación se sitúan, con caídas ya de dos dígitos, la construcción (-11%) y la industria (-13,3%).
Por otro lado, el sector servicios ha contabilizado el descenso más acusado de este último año en la contratación temporal, con una caída del 37,5%, siendo además el que cuenta con mayor volumen de firmas, con cerca de 8,9 millones. De hecho, a este sector pertenecen el 61,5% del total de contratos temporales.
“La contratación de duración determinada ha sido un recurso de gran utilidad para muchos empleadores en una situación de notable incertidumbre, dando respuesta de manera eficaz a picos de demanda a sectores tan importantes como la agricultura o la logística. Sin embargo, hasta que la crisis sanitaria no se solvente completamente, el volumen de contratación temporal no regresará a los niveles de 2019”, asegura Valentín Bote, director de Randstad Research.
Agricultura, industria manufacturera, hostelería y comercio, suponen el 52%
Las actividades económicas que más han generado contratos temporales durante este 2020 han sido la agricultura y pesca (2.784.173 firmas), la industria manufacturera (1.680.699), la hostelería (1.590.045) y el comercio (1.445.776). La suma de estos cuatro supone el 52% del total de contratos de duración determinada que se firmaron durante el pasado año.
También por encima del millón de contratos temporales se encuentran las actividades administrativas y auxiliares (1.310.906), la logística (1.143.455) y el sector sanitario (1.077.050).
El número de contratos temporales ha caído en todos los sectores con respecto a 2019, aunque Randstad destaca que los descensos menos pronunciados se han producido en el empleo doméstico (-5%), la agricultura y pesca (-8,2%), la logística (-9,6%) y la construcción (-11%).
Por otro lado, los sectores que más ha visto caer la contratación temporal han sido la hostelería (61,7%), las actividades recreativas y artísticas (60%), otros servicios (-43,5%) y las actividades científicas y técnicas (-39,5%).
La contratación temporal se desplomó durante el confinamiento
El estudio de Randstad también ha estudiado la evolución de la contratación temporal mes a mes durante el pasado año. El 2019 terminó con poco más de 1,6 millones de contratos temporales firmados en diciembre y desde entonces experimentó una tendencia negativa de cuatro meses de descensos negativos coincidentes con la irrupción de la pandemia, hasta registrar poco más de 614.00 contratos temporales en el mes de abril, el más duro del confinamiento.