El primer certamen de muralismo “Buibayá! Arte Basto”, alcanza este jueves velocidad de crucero. En los muros del barrio de la Esperanza de Tomelloso ya se presagian las grandes obras que, sin ninguna duda van a cambiar el aspecto de una zona alejada del centro y olvidada de la programación cultural. Una iniciativa, organizada por la Asociación Contracultural Tilde Diacrítica, que ha creado mucha expectación y ha sido muy bienvenida por los vecinos.
En la tercera jornada, nos cuenta Tomás Gutiérrez, salvo el dúo Negroflúor, de Ciudad Real “están todos los artistas en marcha”. A partir de hoy va a empezar a verse la pintura “todos tienen sus encajes hechos, las guías y los dibujos realizados”. El mayor avance se va a poder ver en la calle Teruel “Martz ha corrido un poco más y lleva ventaja”. Ha subrayado el artista la hospitalidad de los vecinos del barrio, señalando que la Asociación de Vecinos estuvo el miércoles interesándose por la acción artística.
Una iniciativa necesaria
En la calle Matadero, cerca de su desembocadura con la calle García Pavón, el alicantino Doc Sogrez, subido en una plataforma se afana en su obra de arte. Una chica sentada en un coche, de noche, que estamos seguros de que no va a dejar indiferente a nadie. El artista ve “necesaria” una iniciativa como “Buibayá!”, llevada a cabo por gente joven para “impulsar a los artistas que necesitamos visibilidad y, sobre todo, vivir de esto”. Tilde Diacrítica con este certamen “hace una buena labor en la promoción del arte urbano en España”. Un arte urbano que “para la gente joven es muy precario. Solo hay cuatro o cinco personas que pueden vivir de esto en todo el país”. Ha destacado Doc la hospitalidad de la gente del barrio.
Martz, el bilbaíno, rodillo en mano tiene muy adelantada su obra. No en vano fue de los primeros que llegaron al certamen. El artista, que ha valorado la iniciativa, ha querido destacar la libertad de la que gozan los participantes en el certamen “y que cuide tanto al artista y la relación entre artistas”. Ha valorado el trato de la gente de Tomelloso y especialmente el de los vecinos del barrio “nos cuidan, hay mucha curiosidad. Es muy importante que se vea el proceso de creación”. Considera que el arte urbano vive un punto de inflexión, después de que se “haya institucionalizado” el primer boom, todo está cambiando “con iniciativas como esta”.
A la vuelta de la esquina, en Rodríguez Marín, trabaja en su obra. El sevillano se siente muy contento de participar en “Buibayá! Arte Basto”, se trata de “una gran iniciativa que, además organiza un amigo y compañero artista, con mucho cariño y dedicación”. Marín pretende con su obra “abrir un espacio de reflexión, que el muro sea un sitio de encuentro, en el que se puedan plasmar ideas y generar debate”. Reitera, como sus compañeros, el buen talante de los vecinos del barrio “algunos te dan sugerencias, incluso, y otros disfrutan del momento. Pero todos contentos porque se haya tenido en cuenta este lugar alejado del centro”.
A diferencia de los otros artistas, Margalef pinta con spray. También está en Rodríguez Marín. El catalán está planteando su obra, “unas ventanas al campo”. Considera también que acciones como la que le ha traído a Tomelloso son necesarias “hay que promover eventos, si son culturales, mejor.
Es importante ir acogiendo a gente y que siga la cadena, la juventud necesita cosas motivadoras, para quedarse y seguir creando”.
