Hemos visto vendedores de sandías (“¡Las robo por la noche y las vendo por el día!”, pregonaba el tendero con ironía), también había navajas y cuchillos, escobas de cerrillo, Miguelitos de La Roda, boquerones en vinagre… También estaba la cuerda de las mulas, en esta ocasión en la calle Independencia. Plinio y Don Lotario han instalado un photocall basado en su caso “Los carros vacíos”.
Como siempre, los Canuthi vendían panes, lotería de Navidad y mucha simpatía. Haciendo Surco no ha faltado con su puesto de dulces solidarios, tampoco Corazón de María con sus primores o Pablo Ortiz con sus miniaturas. Mondema, otro clásico del Mercado Solidario, ha mostrado sus juguetes clásicas y sus productos elaborados con madera.
Felipe Caro también ha sacado un puesto a la calle; La Librería ha recordado a Pavón y no ha faltado la clásica berenjenera con su moño y su pelo atusado con bandolina. Santa Cecilia ha puesto la música y la animación. La remodelada Plaza de España ha sido esta mañana un punto de encuentro, de bullicio y algarabía, con humor a raudales, por el que han pasado miles de tomelloseros y visitantes