Sonia García Soubriet aseguraba esta tarde que su padre no era muy aficionado a la gastronomía. “Le preguntabas que había comido y respondía, no sé, ya no me acuerdo. Sin embargo, la gastronomía está muy presente en sus libros, y disfrutaba mucho hablando de comida en su literatura, especialmente la comida manchega, con todo su ritual y partiendo siempre de unos ingredientes sencillos que desembocaban en unos platos exquisitos”. La hija del escritor ha agradecido a Jesús Marquinetti, “la creación de esta pizza literario-policiaca que es un bonito homenaje a mi padre y que corrobora algo que yo siempre he pensado, Tomelloso es único y da gente única”.
El gran pizzero internacional, Jesús Marquinetti, ha vuelto a poner muestra de su talento en los fogones con la presentación de la Pizza “Plinio” con la que rinde su particular homenaje al escritor en el año de su centenario. Al acto de puesta de largo de la exquisita pizza que ha tenido como escenario el hangar de la Estación ha asistido el presidente de la Diputación Provincial, José Manuel Caballero; la subdelegada del Gobierno, María de los Ángeles Herrero; la delegada de la Junta en Ciudad Real, Carmen Teresa Olmedo; la alcaldesa de Tomelloso, Inmaculada Jiménez, el presidente de la Cámara de Comercio en Ciudad Real, Mariano León; concejales del PSOE y Partido Popular; el alcalde de Argamasilla de Alba, Pedro Ángel Jiménez; la familia del escritor, representantes de la Universidad y una amplia representación del tejido social de Tomelloso, entre los que se encontraba Rafael Torres, el presidente de la Bodega Almazara Virgen de las Viñas cuyos vinos han maridado con las pizzas a las mil maravillas.
Inmaculada Jiménez ha agradecido la complicidad de la Diputación en la organización de este Centenario que durará todo el año. “Desde todos los ámbitos se tiene que conocer a Francisco García Pavón, un gran escritor al que nuestra ciudad le debe mucho, el padre de la novela negra, que tiene que estar siempre presente en nuestra sociedad”, ha asegurado la alcaldesa justo antes de recordar los actos más relevantes de la programación.
José Manuel Caballero ha destacado la calidad literaria de un escritor que “ha sabido retratar la cultura, costumbres, genio, ingenio y tradiciones de nuestra tierra como nadie. Y de la misma manera que actualizamos siempre a Cervantes, tenemos que actualizar a Pavón, no solo en el año del Centenario, sino siempre, porque es un ilustre de la literatura que tenemos que acercar a los más jóvenes”. Para Caballero ha sido una buena idea “llegar al escritor a través de la gastronomía”.
Rafael Torres ha felicitado a la alcaldesa “por la feliz idea de este Centenario” y al presidente de la Diputación, “siempre comprometido con la cultura”. Torres ha rememorado con emoción los tiempos en los que García Pavón fue su profesor en el colegio Santo Tomás de Aquino, “estoy muy orgulloso de este bonito y merece homenaje que se está rindiendo a un hombre, que era observador, una esponja que lo captaba todo y que luego lo expresaba magistralmente en sus relatos”.
Al final, Marquinetti ha descubierto el secreto mejor guardado; los ingredientes que ha utilizado para la elaboración de la Pizza. Ha tomado como referentes, los lugares que mayor significado tuvieron en la vida del escritor: Oviedo, donde escribió su primera novela; Madrid, su principal lugar de residencia; su Tomelloso natal y Benicasim, la ciudad castellonense donde solía culminar todas sus obras. “Se trataba de fusionar los ingredientes de todas estas tierras. En Oviedo hay un plato de garbanzos muy parecido al potaje de Semana Santa que tomamos aquí. Le añadimos unos callos de Madrid; el queso y la calabaza que son productos autóctonos de Tomelloso y de Benicasim hemos tomado las alcachofas. Para mí es un honor hacer esta pizza que hemos hecho con toda la ilusión y todo el corazón. Espero que, desde arriba, el propio García Pavón también la pueda saborear”.
De las pizzas “pliniescas” han dado cuenta varios cientos de personas que se han reunido en el Hangar de la Estación. Era la mejor forma posible de poner broche a una tarde en la que gastronomía y literatura se han mezclado a partes iguales. El Centenario de Pavón marcha a velocidad de crucero.
