Elixabete Esparza, psicóloga especialista en Alta Sensibilidad infantil, miembro del Comité Científico de la Asociación de Profesionales de la Alta Sensibilidad y profesional asociada a la APASE (Asociación de Personas Altamente Sensibles de España), ofreció una ponencia online sobre “Niños altamente sensibles”, que pudo seguirse el sábado en el Centro “Cecilio Muñoz Fillol” de Valdepeñas, organizada por la Asociación Socio-educativa “La Cometa”.
Anfisa Motora, presidenta de “La Cometa”, destacó la buena aceptación de la charla.
La alta sensibilidad es un rasgo de personalidad innato presente en el 20% de las personas. Según los estudios científicos que se han llevado a cabo sobre este tema, hay cuatro pilares que definen a estas personas: procesamiento profundo de la información que perciben por los sentidos (procesan más información que los demás, son hipersensibles), tendencia a la sobreestimulación y saturación, gran capacidad empática asociada a elevada emocionalidad y elevada percepción de los detalles y sutilezas (cambios de luz, sonidos, posición de las cosas, comunicación no verbal…).
“La gente los considera tiquismiquis, dicen que se quejan por todo, que se fijan en muchos detalles…”.
Este perfil se transmite de padres a hijos y cada vez se conoce más, aunque hay mucha gente que no lo conoce. “A veces se confunde con hiperactividad, TDAH, autismo, esquizofrenia… Puede coincidir, pero no tiene por qué. Son cosas diferentes. En caso de darse a la vez se trataría de una doble excepcionalidad”.
En cuanto al hecho de la relación entre la alta sensibilidad y las altas capacidades, son cosas diferentes, que pueden darse unidas o no.
Los niños altamente sensibles dan muchas vueltas a las cosas, analizan las situaciones, quieren conocer el funcionamiento de las cosas, hacen preguntas muy profundas, les gusta planificar y ordenar las cosas, no llevan bien las críticas…
Son niños que se emocionan fácilmente, buscan que los demás estén bien, evitan situaciones violentas, suelen tener miedos, disfrutan de la creatividad, de la música, la danza, el teatro, los colores, se bloquean al hacer muchas cosas a la vez o por las prisas, no les gustan los ruidos o ciertos olores, son muy intensos, les cuesta tomar decisiones porque evalúan mucho los pros y los contra, son observadores, son nerviosos, se distraen con facilidad, tienen un alto sentido de la justicia, son creativos…
La saturación a veces se les puede manifestar como dolor de tripa.
Esparza comentó que estos niños demandan atención. A veces piden ayuda, aunque no la necesiten, para que alguien esté con ellos.
Hay que explicarles muy bien las cosas y no mentirles, ya que se acuerdan de todo y quieren que las personas cumplan lo que dicen, sobre todo, sus familiares.
Elixabete Esparza indicó que para entender a este tipo de niños hay que demostrarles que son importantes, aceptarles como son y lo que sienten, validar sus emociones, darles recursos para responder a sus emociones, no hacer las cosas por ellos, mantener rutinas, darles las explicaciones que piden por su curiosidad, satisfacer sus ansias de conocimiento, ser claros y no decirles algo que no podemos cumplir.
Si hay que corregirles, es preferible dar un refuerzo positivo y explicarles las cosas que castigarles. “Somos un espejo. Aprenden por imitación. Hay que actuar de manera sincera y adaptar el discurso a su edad, facilitando entornos tranquilos”.
“Este mundo no está hecho para personas altamente sensibles”
La especialista en Alta Sensibilidad manifestó que “este mundo no está hecho para personas altamente sensibles. Hay muchos estímulos y hay que respetar a estas personas y parar si hace falta, así como darles herramientas para parar cuando lo necesiten, cuando se sientan saturadas, con el fin de que recuperen el equilibrio emocional”.
“A los niños altamente sensibles hay que enseñarles que pueden mostrarse como son y ayudarles con el control de sus emociones, dándoles alas para mostrar su creatividad”.
Fortalezas
Esparza también enseñó a ver como fortalezas las dificultades que los niños altamente sensibles se pueden encontrar. Por ejemplo, son niños que están muy afectados por las emociones de los demás. Se les puede decir que tienen una “visión de rayos X” para ver el interior de las personas, lo que pueden usar para ayudar a los demás”.
Ante le hecho de que se preocupan mucho por todo y analizan todo mucho, decirles que tienen una habilidad para analizar las cosas viendo detalles que a otros se les pierden, adelantándose en ocasiones a lo que puede ocurrir.
“Puede parecer que están abstraídos y no prestan atención, pero es porque están centrando su atención en algo y porque son muy creativos. Buscan otra ocupación con su imaginación. Pueden teletransportarse con la mente a otros mundos imaginarios y son grandes contadores de historias”.
También apuntó que se suelen bloquear al hablar delante de otros, aunque tienen un magnetismo especial. “Detectan quienes son sus verdaderos amigos y quienes no. A veces deciden estar solos”.
A la hora de enfrentarse a los deberes, la psicóloga aconsejó ir paso a paso, hacer descansos y seguir una rutina.
Esparza comentó que las personas que han sabido que son altamente sensibles cuando eran adultas, ven sus vivencias de otra manera.
Se pueden hacer test para saber si una persona adulta o un niño es altamente sensible, que están en la página web de Elixabete Esparza y de la Asociación de Personas con Alta Sensibilidad de España.