José Manuel Caballero, con solo 44 años, lleva una larga trayectoria política, desde los tiempos de Juventudes Socialistas, organización en la que llegó a ser secretario federal. Desde marzo de 2012 es secretario provincial del PSOE, después de haber sido secretario regional de Organización. Parlamentario experimentado, a partir de este mes de junio, afronta un reto nuevo para él: el de la gestión. En este caso, en la Diputación de Ciudad Real. Tras ser designado para este puesto el pasado jueves por unanimidad por la Ejecutiva Provincial, enmarca este nombramiento en un proceso de renovación generacional del partido, que empezó a nivel orgánico hace tres años y que ahora llega a los ayuntamientos y la Corporación Provincial. También como una lógica de funcionamiento del PSOE que ha dado resultado durante veintes años con su predecesor, Nemesio de Lara.
J.M. Izquierdo
Ciudad Real
PREGUNTA.- Usted es secretario general del PSOE en la provincia y está al frente de una Ejecutiva que tenía que decidir sobre la continuidad en la Diputación o dar un cambio. Al final, usted ha sido el elegido. ¿Cómo se desarrollaba este proceso?
RESPUESTA.- Hay una lógica que aquí ha funcionado durante veinte años, 16 de ellos en el Gobierno de la Diputación, en la que el secretario provincial ha compatibilizado su responsabilidad con la Presidencia de la institución. Es una lógica que ha funcionado, que tiene sentido y que, en este momento, queríamos mantener. Coincide, además, con un relevo generacional muy potente que se inició en los congresos provincial y regional de hace tres años y que, ahora, se consolida. Hay que tener en cuenta que la mayoría de las alcaldías que teníamos y las que ahora hemos conquistado van a ser regidas por gente de mi generación. Gente que nos hemos cultivado políticamente al mismo tiempo y que tenemos los mismos orígenes. Por lo tanto, hay un nuevo impulso, un relevo generacional, un cambio profundo de lo que es la estructura y la cara de lo que es el PSOE y sus representantes institucionales.
P.- A nadie se le oculta que la decisión era dura, Nemesio de Lara, su predecesor, es una figura importante del socialismo provincial en las últimas décadas…
R.- Está clarísimo. Nemesio es una figura fundamental del PSOE en la provincia. Ha sido secretario general durante doce años, presidente de la Diputación durante 16, cuatro más ha estado en la oposición, diputado regional anteriormente, alcalde de La Solana… Sin duda, un valor enorme que lo ha sido y lo puede seguir siendo, si él quiere, también en la primera línea. Este es un partido centenario, de 136 años, y llevar toda esa vida a nuestras espaldas no es si no porque hemos sabido gestionar bien nuestros relevos. Porque nos hemos pasado unos a otros el testigo, asumiendo que lo importante no son las personas, si no lo que representamos, lo que significamos, a quién nos debemos. En esa lógica es en la que se ha planteado el relevo y hemos considerado que compatibilizar secretaría y presidencia era la mejor fórmula, la que ha venido funcionando durante 20 años.
P.- La Diputación siempre ha sido una referencia de poder en la provincia. Se gana porque se ganan la mayoría de ayuntamientos. Estas elecciones municipales, más allá de las europeas de junio pasado, eran un test para la nueva dirección provincial que usted preside desde marzo de 2012. ¿Este reforzamiento orgánico, también ha jugado a favor de su designación?
R.- Yo cogí el partido en unas circunstancias muy complicadas. Lo cogí, además, de la mano de De Lara, y sabía que me la jugaba. A la hora de elegir candidatos apuestas por la continuidad de unos compañeros y por cambiar a otros, además de que, en los procesos de primarias, son los compañeros los que deciden. Nosotros hemos trabajado por impulsar a los que han sido elegidos. El éxito electoral que hemos obtenido en la provincia me refuerza personalmente, pero refuerza, sobre todo, a la Ejecutiva, y al núcleo dirigente de la misma. Cuando gané el congreso con el 98 por ciento de los apoyos hace tres años dije que este no iba a ser un proyecto personal, ni siquiera un proyecto de liderazgo único, si no un proyecto colectivo de toda una generación, de un grupo de mujeres y hombres jóvenes, pero también con una experiencia muy considerable en la gestión orgánica y, en algunos casos, en la gestión política. Somos la única provincia de la región en la que hemos ganado las elecciones municipales y las autonómicas y ese es un valor que los compañeros han considerado a la hora de plantearme acceder a la Presidencia de la Diputación.
P.- Esta decisión, además de la figura de De Lara, también hay una incidencia más afectiva. Su hermano Ángel ha formado parte de los equipos de la Diputación con él y ahora dejará su sitio…
R.- Mi hermano es una referencia política para mí. Lo ha sido siempre. De seis hermanos en la familia, él es el mayor y yo soy el más pequeño. Y le agradezco mucho que haya decidido dar un paso al lado para permitir que otra nueva generación de dirigentes asumamos el protagonismo. Y mi hermano también es de los que no se va, seguirá siendo un colaborador principal y alcalde de Alcolea de Calatrava, nuestro pueblo.
P.- Habla de renovación generacional, hasta ahora nos hemos centrado en la cabeza. ¿Cómo va a incidir en el resto del equipo de Gobierno?
P.- Vamos a renovar en un 75 u 80 por ciento el grupo de diputados. Sin duda va a haber valores jóvenes, gente que represente a la nueva generación, algo que también va a pasar en el Gobierno regional.
P.- Estos cuatro últimos años, Ciudad Real era la única Diputación socialista con un Gobierno del PP en la región. Ahora, todo indica que va a haber un Gobierno del PSOE con apoyo de Podemos y a esta Diputación socialista se sumará la de Albacete y puede que la de Toledo. ¿Todo cambia?
R.- Esto significa que el Gobierno de Castilla-La Mancha va a contar con aliados y que la Diputación de Ciudad Real va a contar con un aliado fundamental para esta provincia como es el Gobierno de Emiliano García-Page. De una situación constante de zancadillas de Cospedal a la Diputación de Ciudad Real se va a pasar a una colaboración inequívoca y esto va a favorecer a los ciudadanos, a los municipios.
P.- Una de las últimas decisiones de De Lara fue dejar a cero la deuda con los bancos. Esto facilita mucho el echar a andar en esta nueva etapa…
R.- Esto es estupendo. En un momento en el que las administraciones tienen dificultades económicas, baste recordar que la Junta de Cospedal ha dejado una deuda de 13.000 millones, mientras que cuando llegó se encontró 6.800, según el Banco de España, que la Diputación de Ciudad Real esté en una situación económica saneada, lo que va a permitir es que seamos muy eficaces en la gestión y no detraer recursos para la carga financiera, sino dedicarlos a todo lo que tiene que ver con la política social y el empleo.
P.- ¿Cuáles son sus primeras intenciones, además de las ya citadas políticas sociales y el empleo?
R.- Política social y empleo es algo que impulsaremos siempre en colaboración con el Gobierno de Castilla-La Mancha y, sin duda, apoyar a los ayuntamientos. Una vez que sea investido presidente seré el presidente de todos los ciudadanos y ciudadanas de la provincia y, sin duda, de todos los municipios. No voy a mirar el color político de los ayuntamientos, voy a mirar a los ciudadanos. La gestión va a estar caracterizada por los valores del Partido Socialista: solidaridad, justicia, igualdad, pero, en todo caso, tengo claro que, cuando se está en la institución, el cargo orgánico se queda en la puerta.
P.- No sé si se ha planteado ya atacar por otros temas…
P.- Lo tendremos que ir viendo, pero quiero que hagamos una apuesta por modernizar la institución, su imagen pública, y por la transparencia. Esta Diputación no ha tenido ni la más mínima sospecha, pero vamos a optar todavía más en esa área y va a ser una administración absolutamente de cristal, en la que los ciudadanos sepan todo perfectamente, hay fórmulas, y puedan saber en tiempo real en qué se gasta el dinero de la Diputación.
P.- Su vida política ha estado relacionada con los cargos orgánicos y la vida parlamentaria en las Cortes regionales. Es la primera vez que se va a enfrentar a un “mihura” en una administración y, además, del nivel de la Diputación. No deja de ser un gran reto…
R.- Es un reto, pero siempre hay una primera vez. Ahora, con 44 años, tengo la misma edad que cuando Nemesio de Lara llegó a la Diputación. Ser parlamentario, por otro lado, me ha permitido conocer cómo funcionaba la Junta de Comunidades por dentro. Voy a poner todo mi esfuerzo, mi tesón, en aprender y en hacer la mejor gestión posible. Hay una frase tradicional que dice que sin conocer bien los oficios, los trataremos con respeto. Y yo voy a ir con mucho respeto, dejándome acompañar, ayudar, pidiéndole toda la colaboración a los funcionarios, que son uno de los valores principales de la institución.
P.- El PP albergaba esperanzas de ganar la Diputación. Al final, el PSOE ha ampliado su ventaja con respecto a los últimos cuatro años. ¿Qué espera de la oposición?
R.- Espero colaboración, yo, desde luego, la voy a brindar. Yo quiero gobernar la Diputación, lógicamente, desde un planteamiento de izquierdas, socialista, pero creo que las decisiones importantes, las que tienen que ver con los ciudadanos, ahí quiero contar con el PP. Voy a esforzarme para que sea una institución en la que gobernemos todos en coalición con la sociedad. Una sociedad que, mayoritariamente, ha votado por la izquierda, por el progreso, pero donde no queremos excluir a nadie y los que vayan a ser los representantes del PP van a tener mi mano tendida.