Las heladas del pasado invierno han agravado los efectos causados por la sequía en los resultados de las campañas de los distintos cultivos en la provincia, que han sufrido recortes en sus producciones de entre el 10% y el 30%.
Así lo ha consignado a este diario digital la directora provincial de Agricultura, Medio Ambiente y Desarrollo Rural, Prado Amores, quien ha señalado que las mermas en los productos han dependido del estado sanitario y las necesidades hídricas de cada cultivo, si bien ha mostrado su preocupación por las recolecciones de 2018 si no se registran abundantes precipitaciones en los próximos meses.
Por ello, a su juicio es necesario implementar unas políticas que garanticen el uso del agua por parte de los regantes porque “son empresarios que tienen que tener herramientas para poder funcionar”.
En su opinión, “habría que planificar el tema hídrico a nivel nacional, modernizar las explotaciones y aplicar nuevas tecnologías para provechar hasta la última gota”, con el fin de “mantener los cultivos de alta calidad con el mínimo aporte de agua”.
“Este año ha sido regular, pero el próximo podría ser mucho peor si los productores no pueden optar al agua”, ha indicado Amores en declaraciones a www.lanzadigital.com
Cereales
En el caso de los cereales de invierno, según los datos que maneja la Dirección provincial de Agricultura, la producción de 650.000 toneladas ha sido un 10% inferior respecto a la campaña anterior, que cerró con 727.003 t.
Del total, se han obtenido este año 411.476 (63,2%) toneladas de cebada, 130.655 t (20,1%) de avena, 76.065 t (11,7%) de trigo, 18.811 t (2,8%) de triticale, 11.649 t (1,7%) de tranquillón escaña, entre otros, y 1.548 t (0,2%) de centeno.
Amores llama la atención sobre la superficie sembrada en estos cultivos herbáceos, 290.141 hectáreas, inferior en un 5% a la cultivada en la campaña precedente, cuando se registraron 305.962 hectáreas.
En correspondencia con los rendimientos, la extensión de cebada representa el 49,7% del total, seguida muy de lejos por las fincas totales de avena, con 86.700 h (29,8%), mientras que el trigo ocupa 39.170 h (13,5%)y el triticale 10.103 h (3,4%).
Viñedo
Respecto a las cifras de la campaña de la vendimia “aún no tenemos datos definitivos”, ha indicado Amores, si bien sus estimaciones apuntan a entre un 10% y un 15% inferior a la de 2016, una reducción menor a la esperada por “la entrada en producción de viñas nuevas y ello ha compensado los resultados finales”.
Según la directora provincial, la producción de uva y vino de esta cosecha se cifraría en cerca de los 1,4 millones de toneladas de uva y entre 9,4 y 10,1 millones de hectolitros de vino y mosto.
Aceituna
Por su parte, la recolección de la aceituna, en plena recogida, también registrará descensos en sus cifras de producto, a tenor los datos de Agricultura, dado que según las fuentes consultadas, los técnicos de cooperativas, las Agrupaciones de Sanidad Vegetal (ASVs) y las almazaras, “a día de hoy se prevé una disminución de cosecha en la provincia del orden del 30%” en comparación con la campaña precedente.
Aproximadamente, se obtendrán 200.000 toneladas de aceituna, un 28% menos sobre las 278.658 t de 2916 y en la media de las 199.083 t de los últimos 10 años, pero por debajo del promedio del último lustro, de 209.897 t.
En el caso del aceite, Amores apunta a una elaboración de 40.000 toneladas, un 22% menor a las 55.590 t de hace un año y en la media de las campañas desde 2007 o desde 2012, ambas en torno a las 43.500 toneladas.
Con todo, Amores comenta que la recogida de la aceituna desigual dependiendo de la zona de la provincia, con una media a la baja, porque de pastos y la del Campo de Montiel es están constatando disminuciones, frente a otras como la de Montes Norte, “que no hay tanta caída”.