La directora académica del vicerrectorado de Innovación, Empleo y Emprendimiento, Rosario Pérez Morote, asegura que la 2ª edición del programa de prácticas UCLM Rural, actualmente en marcha, es “muchísimo más potente que la anterior” ya que además de las becas de las Diputaciones de Albacete, Ciudad Real, Cuenca y Toledo con las que partió el programa el pasado año, se ha sumado la Junta, a través de la Consejería de Agricultura, y la UCLM se ha adherido al programa Campus Rural, financiado por el Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico.
La UCLM ofrece, por tanto, en esta segunda edición 90 becas para que los estudiantes puedan realizar prácticas en empresas e instituciones de municipios de Castilla-La Mancha con una población inferior a 5.000 habitantes, un número que casi duplica la oferta del pasado año cuando se llegó a las 50 becas de prácticas.
De esta cantidad total, 16 becas se corresponden con el Ministerio, 25 son de la Junta de Comunidades y el resto siguen estando impulsadas por las cuatro diputaciones castellano-manchegas, instituciones que renovaron su interés por mantener el programa UCLM-Rural en una apuesta decidida por la incorporación de estudiantes en prácticas a las empresas y entidades erradicadas en las poblaciones más pequeñas de la región.
Los beneficiarios pueden completar un período en prácticas de hasta 5 meses en el caso de las becas Campus Rural, mientras que las de la Junta y las diputaciones pueden ser de hasta de 3 meses. La cuantía es la misma en cualquiera de los casos.
Las prácticas del Gobierno regional tienen el objetivo de integrar a estudiantes en los grupos de Acción Local, una iniciativa que se comparte con RECAMDER (Red Castellano-Manchega de Desarrollo Rural) para incorporar a un estudiante en cada centro de desarrollo rural, desde donde han hecho su petición con perfiles distintos.
La directora académica señala que este año han sido más eficientes al contar con la experiencia del pasado y se sienten por ello “muy satisfechos”. “Hasta la fecha, llevamos casi el 87 por ciento de las becas asignadas a esta convocatoria” añade que una parte de ellas están reservadas para el otoño.
400 empresas, ayuntamientos y asociaciones
Los motivos de satisfacción se sitúan tanto en el amplio número de ofertas presentadas por empresas, ayuntamientos y asociaciones para recibir alumnos y que han llegado hasta las 400 y han superado con creces a la primera edición, como en la incorporación de estudiantes ahora en julio, mes en el que comienza el grueso de las prácticas, aunque algunos estudiantes ya lo hicieron en el mes de mayo.
Rosario Pérez aclara que pretenden atender a las empresas que se quedaron fuera el año pasado y destaca la gran variedad de prácticas ofertadas que han permitido que estudiantes de Bellas Artes estén en Museos, de Medicina en balnearios, de ingenieros eléctricos en empresas del sector agroalimentario, de Arquitectura en estudios, de Geografía y Humanidades en excavaciones arqueológicas y terapeutas ocupacionales en residencias de ancianos. Además, han sido integrados en los consistorios de las zonas rurales estudiantes de Medicina y Enfermería. Para la directora académica es motivo de satisfacción tanto la gran variedad como la buena integración de los estudiantes en las diferentes instituciones y empresas.
Estefany Reyes y Martín Gracia
Es el caso de Estefany Reyes y Martín Gracia, estudiantes del Máster en Administración Turística en el campus de Cuenca, ella, y de 3º del grado de Ingeniería Agrícola y Agroalimentaria en la ETSIA de Ciudad Real, él, quienes han conseguido una beca para hacer prácticas en una agencia de viajes de Almadén y una empresa dedicada a la asesoría de explotaciones agrícolas en Poblete, respectivamente.
Estefany Reyes Grullón, de 28 años y de República Dominicana, considera “muy interesantes” este tipo de iniciativas que, en su caso, comenzó el 1 de junio en la empresa Viajes Almadén-Victoriano Investment Company ya que proporcionan experiencia profesional además de ser una oportunidad para conocer diferentes poblaciones. Trabaja a tiempo completo y tiene contacto directo con el propietario de la empresa, Victoriano Chamorro, quien es además de su tutor, la persona que ha gestionado, junto con la UCLM, la vivienda en la que reside durante los tres meses que dura este período de inmersión en el mundo laboral.
Estefany Reyes llegó a Cuenca desde el país centroamericano para estudiar el máster en Administración Turística y este verano es la única estudiante con tipo de prácticas en Almadén, una experiencia enriquecedora, a su juicio, que pone en valor la efectividad del programa de becas que impulsa la UCLM.
Al estar estudiando este máster, la beca le permite poner en práctica todo lo aprendido y “todo lo que estoy estudiando”, pero, también, aportar sus conocimientos a la empresa “viendo casos reales y complementarse con la experiencia que tiene la empresa”, explica a este digital.
Muy cómoda en Almadén
En cuanto a su inmersión en Almadén explica que es una ciudad magnífica y con muchos atractivos entre los que señala a “una plaza de toros única por su forma que no puede ser visitada por estar en un proceso de remodelación y el Parque Minero; el pueblo es muy ameno y desde que he llegado no he dejado de sentir esa calidez humana de aquí. Todo de maravilla. En Almadén me he sentido muy cómoda”, explica en conversación con Lanza.
Recomienda la experiencia porque estos programas de becas “son muy buenos para la formación tanto para quienes estudien un grado o para lo aprendido en un máster y ayudar a la comunidad”, señala.
Y, ¿por donde quiere encauzar su futuro profesional?. Estefany decidió estudiar este máster con el objetivo de tener su propio negocio. Y el sector del turismo ofrece un campo muy amplio “con muchas ramas en las que escoger –explica- y con los conocimientos adquiridos y poniendo en marcha negocios reales me permitirá plantearme mi propio negocio en mi país”, aunque no descarta hacerlo en otros.
Cuando acabe las prácticas, a Estefany le queda un mes más para terminar el máster.
Martín Gracia, de prácticas en TECOAGRO
De su lado, Martín Gracia Mendoza, estudiante de 3º del grado de Ingeniería Agrícola y Agroalimentaria en la ETSIA de Ciudad Real, tiene 21 años y realiza las prácticas desde el 6 de junio en la empresa TECOAGRO de Poblete, una empresa dedicada a la asesoría de explotaciones agrícolas donde se encuentra a gusto.
Su objetivo es ponerse a trabajar con ingeniero agrónomo en cuanto acabe la carrera ya que no figura en sus objetivos, de momento, estudiar el máster, su opción es absolutamente vocacional como reconoce en el encuentro mantenido con este digital. Trabaja de lunes a viernes, de 8 de la mañana a 3 de la tarde, en una empresa que le gustó desde el principio y, ahora, la experiencia le satisface porque aprende y le ha tocado “muy buena gente” que le enseña y cuida mucho. “Se aprende más que en la carrera”, explica a este digital.
Aunque pasa buena parte del tiempo en la oficina donde realiza trabajos relacionados con la ingeniería como cuadernos de campo, toma de datos, facturas, documentación, fitosanitarios… también sale al campo a tomar muestras.
Reconoce que el trabajo que realiza en TECOAGRO es “acorde” a la formación que recibe en la carrera y le gusta al considerar que le servirá para hacerse una idea sobre a lo que se va a dedicar: “ser un ingeniero agrónomo y tratar con el agricultor, ya que cuando estudias la carrera no lo tienes claro”, dice.
Su futuro se lo plantea trabajando como ingeniero y destaca el papel que desempeñan estos profesionales en temas como el agua, el suelo, clima o la construcción de una nave y con los animales. “no somos veterinarios, pero una explotación ganadera la lleva un ingeniero agrónomo”.
Martín Gracia no procede de una familia de ingenieros, ni del campo, pero se inclinó por el grado de Ingeniería Agrícola y Agroalimentaria, en la rama de explotaciones agrarias, porque le gusta mucho el campo. “Por vocación, no por herencia”, sostiene. Preguntado sobre si recomendaría las prácticas afirma rotundamente que sí, pero aclara que “son para aprender, no para ganar dinero”.
Este ciudarrealeño, que vive en alquiler en Poblete, reconoce que le gustaría quedarse en la empresa a cuyo frente se encuentran una ingeniera agrónoma y una ingeniera técnico agrícola, pero sabe que es difícil compatibilizar el trabajo con la carrera, sobre todo por el horario.
Doble beneficio
El Programa UCLM Rural, la iniciativa de la Universidad de Castilla-La Mancha que posibilita las prácticas externas remuneradas en empresas, instituciones y asociaciones del medio rural y de localidades pequeñas de Castilla-La Mancha, está promovido por el Vicerrectorado de Innovación, Empleo y Emprendimiento.
El también conocido como “Erasmus Rural” confirmó desde su puesta en marcha la generación de un doble beneficio: para el alumnado, como opción para completar su formación con experiencias sobre el terreno; y para las entidades receptoras, al incorporar personas de talento y con excelente formación, según información publicada por la UCLM.
