Los participantes en el Certamen ‘Recuerdos Vivos’ muestran en sus obras tanto el tiempo presente como nuestro pasado plagado de experiencias y vivencias, comentó el presidente de la Diputación, José Manuel Caballero, que resaltó la importancia de saber dónde están nuestros orígenes para saber “dónde vamos y dónde queremos ir”.
Caballero, que subrayó que no se puede prescindir de los orígenes porque sería perder nuestra identidad, participó en el acto de entrega de premios del Certamen ‘Recuerdos Vivos’ celebrado en un salón de plenos del Palacio Provincial que se llenó de “vida, esperanza y experiencia”. Las conmemoraciones de los 125 años del Palacio de la Diputación, uno de los edificios civiles más importantes de la provincia, y los 40 años de la Constitución fueron recordados por Caballero, que felicitó a los participantes en el Certamen ‘Recuerdos Vivos’ por su esfuerzo, mérito y contribución a estas cuatro décadas “en paz, libertad y progreso, así como en bienestar, pese a las dificultades, que hemos tenido”.
Las condiciones de vida de los mayores han mejorado mucho respecto a las que tenían hace cuatro décadas, se ha ido “a más” en cuanto a derechos y oportunidades para envejecer de manera activa y ha aumentado la oferta de actividades de ocio y viaje, agregó Caballero, que resaltó que la sociedad debe devolver en reconocimiento y respeto a los mayores el esfuerzo realizado para propiciar, partiendo de peores circunstancias, la mejora del bienestar social de las siguientes generaciones.
La vicepresidenta de la Diputación, Jacinta Monroy, y las diputadas provinciales Manuela González Horcajo, Ana María López Rodríguez y Montserrat Castro, también asistieron al acto en el que se leyeron las obras ganadoras. Comenzó Teófilo Molina Trujillo, de 95 años, con el divertido texto sobre la opción que se le presenta a un niño en épocas de pocos recursos de o bien cenar o bien desayunar café de cebada y tres galletas María. La obra se titula ‘Picardías’ y con ella ganó el Primer Premio en Narración; mientras que la solanera María Pérez García-Abadillo quedó segunda con ‘Cuántos recuerdos’ y la bolañega Antonia Martín Aranda tercera con ‘Mi abuela’.
Por su parte, el almagreño Vicente Ruiz del Valle ganó en Poesía con ‘Ana y las flores’, poema dedicado a una persona fallecida recientemente y que recitó su hija; seguido de Lorenza Lizcano Laguna, de Piedrabuena, con ‘Sueños de una abuela’; y Gregorio Sánchez Alarcón, de Socuéllamos, con ‘Recuerdos de mi infancia’.
En cuanto a la modalidad ‘Abuelo/a Nieto/a’, venció Dolores Salinas Márquez, de 91 años, con ‘Enseñando a reciclar’, texto que leyó su nieto sobre cómo antes todo se reutilizaba y no se generaban residuos, desde las ropas que se remendaban y cuyas telas luego se empleaban como trapos y para crear muñecas, o el aceite refrito que servía para hacer jabón, hasta el transporte del agua en cántaros y botijos, el uso de esparto para hacer estropajos y enea para los asientos de sillas de madera.
Otro emotivo relato fue el ganador de la modalidad ‘Testimonios de Mujer’, titulado ‘Mi abuela olía a hierbabuena’, de la criptanense Francisca Ramos García-Casarrubios, que describió la dura vida, llena de sacrificios y carencias de su abuela, siempre dispuesta a ayudar a hijos y nietos y a animarlos, pese a los pocos recursos, con palabras de aliento y ternura.
Además, José Luis Carlavilla Fernández compartió con los presentes la conmovedora historia, sobre la soledad y la necesidad de afecto tanto de una abuela como de un niño y su perra, de ‘La comida del domingo’, merecedora del Primer Premio en Cuento, modalidad en la que el Segundo Premio fue para ‘Cuento corto’, de Delfina Pérez Arriaga, y Tercero para ‘Crucero fluvial solitario por el río Bullaque’, de Sinesio Naranjo Gijón.
