La Biblioteca municipal de Miguelturra, ubicada en la antigua Casa de la Capellanía, ha sido inaugurada de manera oficial en la tarde del 4 de marzo en un acto al que han asistido numerosos representantes de instituciones políticas, así como carnavaleras, ya que la inauguración ha coincido en pleno lunes de carnaval, además de numeroso público asistente que no ha querido perderse este entrañable y esperado acto.
Entre las autoridades se encontraba la alcaldesa de Miguelturra, Victoria Sobrino; Jesús Carrascosa, viceconsejero de la JCCM; José Manuel Caballero, presidente de la Diputación Provincial de Ciudad Real; el director Provincial de Educación, Cultura y Deportes en Ciudad Real, Francisco José Navarro Haro; el Diputado provincial de Cultura y Deportes, David Triguero; la concejala de Cultura, Fátima Mondejar, y miembros del Equipo de Gobierno y de la Corporación Municipal tanto del Partido Popular como de Ciudadanos.
Tras de descubrir la placa las autoridades han querido visitar estas instalaciones que han supuesto un cambio sustancial con respecto a la antigua ubicación de la biblioteca que se encontraba en la planta superior de la Casa de Cultura.
La nueva biblioteca cuenta con una gran sala bibliográfica, sala de lectura, sala de trabajo escolar, sala de bebeteca, mediateca, sala de charlas y conferencias y diferentes zonas comunes entorno a la lectura. Un espacio cultural que combina la más vanguardista accesibilidad con la esencia cultural y de patrimonio que alberga este edificio, pues entre los tesoros de esta biblioteca se encuentra una sala de pinturas donde se han restaurado frescos del siglo XVIII y unas cuevas donde se pretende hacer un museo etnográfico, todo ello conectado a las nuevas tecnologías, con todo tipo de equipamiento informático y audiovisual.
La alcaldesa de Miguelturra, Victoria Sobrino, ha declarado que este es un día muy especial ya que hoy “vemos culminado otro proyecto muy importante, un espacio histórico conocido como Casa Capellanía o Casa del Rosario, de finales el Siglo XVIII, pues así data la sala de pinturas, donde históricamente se rezaba el rosario”. “Conseguir recuperar un edificio y ponerlo a disposición de la ciudadanía transformándolo en una Biblioteca Pública es conseguir dos objetivos: primero recuperar la historia de nuestro pueblo y segundo apostar por la cultura, la educación y la formación mejorando los servicios culturales que prestamos a nuestros vecinos”.
La regidora explica además “que esta biblioteca se ha ido construyendo paso a paso, ya que sus inicios comenzaron con la puesta en marcha de las Escuelas Taller donde se ha formando alumnado de distintas familias profesionales como albañilería, carpintería metálica y de madera. Personas que ahora se dedican a dichas profesiones. Una parte muy importante de esta biblioteca se la debemos a ellos, a sus monitores y sus directores que aquí nos acompañan”.
Necesidad ciudadana
“La realidad es que teníamos la obligación de finalizar este proyecto y en esta legislatura por dos motivos: primero porque es una necesidad ciudadana en cuanto a espacios por el continuo incremento de la población y en segundo lugar, porque los técnicos del Área de Cultura nos transmitían que era imposible seguir incrementando con nuevos fondos bibliográficos en el espacio que teníamos anteriormente, todo ello con un objetivo claro de ofrecer un servicio a la ciudadanía de mejor calidad”.
“Por tanto, es un honor para mí poder haber culminado un proyecto tan importante y necesario para Miguelturra, pero la realidad es que no se podía haber llevado a cabo sin la colaboración de instituciones como la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha o la Diputación Provincial, pero también gracias al apoyo de la corporación actual y corporaciones anteriores, así como de la concejala de Cultura actual y de los ediles de otras legislaturas, y como no, dar las gracias a mi antecesor, Román Rivero, que fue la persona encargada de adquirir esta casa a la familia Abenza y promotor inicial de esta andadura”.
Sobrino dio las gracias y declaró “que sin el apoyo de todos no podríamos estar hoy aquí inaugurando este bello espacio que disfrutarán todos nuestros vecino y vecinas”.
En su turno de palabra Jesús Carrascosa, viceconsejero de la JCCM ha declarado que “es un verdadero honor participar en un día tan importante para Miguelturra en nombre del consejero de Cultura Ángel Felpeto y el presidente de la Junta, Emiliano García Page. “Cumplimos las palabras dadas con la inauguración de esta biblioteca que es un recurso cultural precioso aparte de necesario porque se ha elegido un edificio Patrimonial”.
“Algo sublime”
“Inaugurar una biblioteca para mí es algo sublime porque son centros vivos que transmiten cultura y que nos permiten a todos ser mejores ciudadanos y mejores personas y eso es lo que hoy tiene Miguelturra abriendo esta biblioteca que estoy seguro se va a convertir en un referente para todos los ciudadanos”, ha concluido Carracosa.
Igualmente, el presidente de la Diputación ha tenido palabras de elogio y de enhorabuena “por el continente, que sin duda es muy bonito y está hecho con mucho gusto, y por el contenido, por los libros, por lo que acoge dentro”. Por eso, continua Caballero, “quiero felicitar en su alcaldesa a todos los vecinos y vecinas de Miguelturra porque son ustedes afortunados de tener un espacio como este que ha respetado lo que era la casa original”.
“Este edificio es una obra que se ha hecho con mucho esmero, buscando la accesibilidad, la utilización de los espacios que justifica plenamente todos y cada uno de los euros que aquí se han invertido. Se ha hecho para que podamos acceder a la cultura, para que podamos ser más cultos y más libres, más iguales y en definitiva para ser más felices”.
Hay que recordar que este edificio, que data del siglo siglo XVIII y que es conocido como la Casa de la Capellanía, fue un edificio muy vinculado a la Orden de Calatrava. Ya en el siglo XIX pasó a ser de titularidad privada, hasta que finalmente el Ayuntamiento la adquirió a principios de este siglo a través de una permuta de terrenos.
Anteriormente la Casa de la Capellanía era conocida popularmente como la “Casa de los Abenza” es un inmueble situado en el centro del municipio, en el número 22 de la calle Carretas. Históricamente es segura su existencia a finales del siglo XVIII, según se aprecia en la fecha inscrita en la piedra clave del dintel de su portada en la que, debajo de una cruz tallada, aparecen los dígitos 1794, aunque probablemente su antigüedad podría ser mayor.
Dos plantas
La casa se estructuraba originalmente en dos plantas, con patio al que daba un pasillo corrido abierto, sujeto con piederechos y zapatas de madera, siguiendo la tipología de las casas solariegas manchegas tradicionales. En este espacio, de unos cuatrocientos metros cuadrados en planta, se distribuían las estancias, diez en la planta superior y siete en la inferior, completándose con una bodega-cueva en el sótano.
El primer proyecto de rehabilitación de la Casa de la Capellanía arrancaba en 2005 con la Escuela Taller Casa de la Capellanía I con la intención de habilitar este preciado inmueble como centro Cultural y Etnológico.
El proyecto constructivo de rehabilitación aparecía constituido por dos bloques independientes: uno de nueva construcción y otro albergando la edificación original donde se encontraron pinturas religiosas recreando escenas del rosario; algo que fue puesto en valor por los técnicos del Servicio de Patrimonio de la JCCM quienes determinaron el valor histórico y patrimonial de este hallazgo.
Desde aquella fecha, las obras y el Proyecto Constructivo a ejecutar por la Escuela Taller, ha permitido la formación, certificación, empleabilidad y profesionalidad de varias decenas de personas de la localidad a través de los talleres de carpintería de madera, carpintería metálica y taller de albañilería.
Tras años de proyectos, no solo la historia, el patrimonio, la formación o la empleabilidad se ponen de manifiesto en este inmueble, sino que, esta rehabilitación y nueva construcción ha permitido que desde hoy Miguelturra cuente con un nuevo espacio cultural que satisface, con creces, las necesidades que la localidad demandaba en relación al ámbito de la lectura y la formación.
