Hay toreros y ganaderos que son baluartes en sus respectivas esferas profesionales, si bien a la hora de dar nombres, a buen seguro, éstos diferirían según quien los tuviera que elegir.
Dentro del colectivo de aficionados a la Tauromaquia en la provincia de Ciudad Real -por cinscunscribirnos a un área- uno de los nombres señeros es el de Críspulo Coronel, maestro retirado, estudioso y amante de la Tauromaquia en general, y de la parte de ésta relacionada con su pueblo, Almagro, además de conocedor, seguidor y admirador de la saga Manzanares.
Críspulo Coronel fue el encargado de poner contenido ayer lunes a una nueva jornada del Aula de Tauromaquia de la Universidad Popular de Almagro, organizada por otro baluarte -más joven- como es Álvaro Ramos.
Durante su intervención Críspulo Coronel citó las que, a su parecer, pueden ser las causas de la falta de seguimiento popular de la Tauromaquia actualmente, y que basó, entre otras, en la lejanía que hoy día separa la Tauromaquia del pueblo, con unos precios a menudo inaccesibles para gran parte de la sociedad, y más aun después de prolongadas épocas de crisis como la vivida -y no acabada- recientemente.
Además, y como prólogo a su intervención del próximo lunes en el mismo aula, Críspulo repasó, someramente, la historia de la tauromaquia, y los distintos avatares y normas establecidas para su funcionamiento. La próxima semana se abordarán, de manera crítica, distintos aspectos reglamentarios que rigen los espectáculos mayores.
